Recientemente, Estados Unidos aprobó una reforma histórica en su programa de ayuda alimentaria conocido como SNAP, también conocida como la "Big Beautiful Bill". Este cambio legislativo trae consigo nuevas restricciones y recortes que afectarán a millones de beneficiarios, alterando drásticamente las condiciones de acceso al programa.
A partir de su implementación, se endurecen los requisitos de trabajo y se hacen recortes sustanciales en el presupuesto. Los estados también deberán asumir una parte del costo, lo que genera preocupaciones sobre el futuro del programa y el impacto en las familias que dependen de él.
Recortes y nuevos requisitos: ¿qué implica la Big Beautiful Bill?
El presupuesto de SNAP sufrirá recortes históricos. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), se estima que se recortarán 186,000 millones de dólares entre 2025 y 2034. Este recorte podría ser el más grande en la historia del programa.
Además, la ley amplía el requisito de trabajo, afectando a más personas. A partir de ahora, todos los adultos de hasta 64 años sin dependientes deberán cumplir con las 80 horas de trabajo o formación mensuales para mantener sus beneficios. Esta medida no solo afecta a adultos jóvenes, sino también a padres con hijos mayores de 14 años, quienes también deberán cumplir con estas horas.
Impacto y consecuencias para los beneficiarios de SNAP
La implementación de la Big Beautiful Bill traerá grandes cambios en los beneficiarios más vulnerables del programa. Personas como los veteranos, aquellos sin hogar y ex adolescentes en cuidado de crianza también deberán cumplir con el requisito de trabajo, a pesar de las dificultades económicas que enfrentan.
Por otro lado, se eliminará el programa de educación nutricional que beneficiaba a más de 1.8 millones de personas al año. Este cambio no solo afectará a la educación nutricional, sino que podría aumentar la inseguridad alimentaria en diversas comunidades, especialmente en las áreas rurales y de bajos recursos.
El proceso de implementación será gradual, los recortes y los nuevos requisitos se activarán por fases. La cofinanciación estatal comenzará en 2028, mientras que los recortes en los programas de nutrición se harán efectivos de inmediato. Los requisitos laborales y los límites de elegibilidad también comenzarán a aplicarse conforme los estados actualicen sus sistemas a lo largo del año.
Riesgos para la salud pública y la seguridad alimentaria
Los cambios implementados en la Big Beautiful Bill podrían generar un aumento en la inseguridad alimentaria. Bancos de alimentos ya han alertado que no podrán cubrir a todos los nuevos beneficiarios que perderán acceso al SNAP. La falta de acceso a una nutrición adecuada también podría resultar en mayores costos médicos a largo plazo.
Las comunidades rurales, que ya enfrentan desafíos significativos en términos de empleo y atención médica, verán aún más complicaciones debido a los recortes. La falta de recursos y apoyo podría hacer que muchas familias lucharan para acceder a alimentos nutritivos y, por ende, a una vida saludable.