El Gobierno ha aprobado ayudas económicas dirigidas a mujeres y menores que han sido víctimas de violencia sexual. Estas ayudas tienen como objetivo ofrecer un soporte financiero a quienes han sufrido este tipo de agresiones, siempre que puedan demostrar su condición de víctima y su falta de recursos económicos.
Las ayudas están pensadas para mujeres, niños y niñas que han sido víctimas de violencia sexual. Buscan proporcionarles los recursos económicos necesarios para que puedan superar la situación de dependencia y rehacer sus vidas.
Están gestionadas por las comunidades autónomas, aunque el Estado asume su coste. Las víctimas deben acreditar su situación mediante documentos como sentencias judiciales, órdenes de protección o informes de servicios sociales.
Requisitos para solicitar estas ayudas
Para acceder a estas ayudas, las víctimas deben cumplir ciertos requisitos. Primero, es imprescindible demostrar la condición de víctima de violencia sexual mediante la documentación adecuada.
Además, los ingresos de la persona no deben superar el salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2024 se sitúa en 1.134 euros mensuales, sin incluir las pagas extraordinarias. Si la víctima es menor de edad o depende económicamente de su familia, los ingresos familiares no deben superar tres veces el SMI.
La solicitud de estas ayudas puede realizarse dentro de los cinco años posteriores a la agresión. Además, si la situación de la víctima no mejora, puede prorrogarse el acceso a la ayuda.
¿Cuánto dinero se puede recibir?
El importe de las ayudas varía según las circunstancias de cada víctima. Inicialmente, el monto es equivalente a seis meses de subsidio por desempleo, que en 2024 es alrededor de 2.880 euros. Aun así, en casos graves, como cuando la víctima tiene personas a su cargo o una discapacidad del 33% o más, la ayuda puede superar los 11.000 euros.
El pago de esta ayuda puede realizarse de manera íntegra en una sola vez o en seis mensualidades. Además, las víctimas pueden volver a solicitar la ayuda si sufren una nueva agresión sexual y cumplen los requisitos.
Estas ayudas no solo ofrecen apoyo económico, sino que son una herramienta crucial para la recuperación de las víctimas. Alivian la carga económica y permiten que las víctimas salgan de situaciones de dependencia, ofreciéndoles una oportunidad para reconstruir sus vidas. Además, proporcionan un respaldo integral que ayuda a las víctimas a superar tanto la situación de vulnerabilidad como las secuelas psicológicas.