Hombre conduciendo un automóvil con una bandera de Estados Unidos colgada en el interior del vehículo.

Esto es todo lo que debes saber si tienes más de 65 años y conduces en Estados Unidos

Estados Unidos endurece la renovación de licencias para mayores de 65 con nuevos exámenes que han causado polémica

Conducir en Estados Unidos siempre ha sido un símbolo de independencia y autonomía personal. Para muchos adultos mayores, el volante representa la posibilidad de mantener una vida activa, desplazarse a sus actividades y conservar la libertad de movimiento.

Sin embargo, las autoridades federales han decidido introducir un cambio que no ha sido bien recibido por todos. El Departamento de Transporte ha anunciado una medida que afecta directamente a las personas mayores de 65 años que deseen renovar su licencia de conducir.

Un auto estacionado en la carretera y un documento de solicitud de licencia de conducir aprobado en un círculo resaltado.
Varios estados pedirán pruebas periódicas para renovar licencias | Pixelshot, Getty Images Signature

Una normativa pensada para reducir los accidentes

El detonante de esta reforma ha sido el aumento en los accidentes de tráfico donde estuvieron implicados conductores de edad avanzada. Según datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, en 2023 representaban el 13,7 % de los siniestros mortales, y en 2024 subió al 14,7 %.

Por esa razón, a partir de julio de 2025 ya no será posible renovar automáticamente el permiso. Los adultos mayores deberán someterse a exámenes periódicos que incluyen unas pruebas de la vista, evaluaciones cognitivas y un examen práctico supervisado por un instructor del Departamento de Vehículos Motorizados.

Fotomontaje de las manos de un médico con un informe de imagen de fondo y al frente una redonda roja con una mano con gafas y una caja de lentillas
Las pruebas incluyen vigilar la visión de de los conductores | Getty Images, 89Stocker, Pavel Muravev

La intención es garantizar que quienes permanecen en la carretera lo hagan en condiciones óptimas, reduciendo riesgos tanto para ellos como para los demás. Aunque la medida se presenta como una estrategia de seguridad vial, ha despertado debate en diversos sectores de la población.

Los exámenes que deberán superar los conductores mayores

El primero de los requisitos es la prueba de visión, orientada a detectar problemas oculares como son las cataratas o pérdida de nitidez que puedan afectar la conducción. Además, se realizará una evaluación cognitiva para medir la memoria, la atención y la rapidez de reacción.

La tercera exigencia es el examen práctico de manejo. Este deberá realizarse con un examinador oficial del DMV, quien valorará la capacidad real de conducción del solicitante. Estas pruebas buscan asegurar que los adultos mayores conserven habilidades esenciales al circular por las vías.

Cada estado podrá aplicar la normativa de forma particular, aunque la base es la misma. California ha establecido pruebas visuales a partir de los 70 años, Florida exige evaluaciones cognitivas desde los 80 y Texas impondrá todas las pruebas necesarias a partir de los 79.

Renovación de licencias y sistema de notificación voluntaria

En términos de frecuencia, entre los 70 y 80 años se requerirá un examen visual y la renovación cada 4 años. De los 81 a los 86, se sumará una evaluación cognitiva cuando sea necesario y la renovación será cada 2 años. A partir de los 87, la licencia deberá renovarse cada año, acompañado de un examen práctico obligatorio.

La normativa incluye además un sistema de notificación voluntaria. Familiares, vecinos e incluso médicos podrán alertar a las autoridades si consideran que un adulto mayor representa un riesgo al volante. Este mecanismo busca prevenir accidentes cuando el propio conductor no reconoce sus limitaciones.

Aunque algunos lo perciben como una restricción, el objetivo declarado no es limitar la movilidad de las personas mayores. Se trata de intentar proteger tanto su seguridad como la de los demás conductores en un país donde el automóvil es una parte esencial de la vida cotidiana.