En Estados Unidos, el precio de los productos de la cesta básica marca la diferencia a la hora de elegir dónde comprar. Los consumidores buscan cadenas que ofrezcan calidad sin renunciar al ahorro, especialmente en artículos que se consumen cada día. Allí es donde los clubes mayoristas como Sam's Club y Costco han encontrado su terreno.
La compra a granel se ha consolidado como la mejor estrategia para familias que desean llenar la despensa sin disparar el presupuesto. Marcas propias como Member’s Mark o Kirkland han demostrado que no tienen nada que envidiar a firmas gourmet como Kerrygold. La batalla entre gigantes del retail se libra en el terreno de los precios unitarios.

La ventaja de Sam’s Club frente a sus rivales
Sam’s Club ha sabido colocarse un paso adelante en la categoría del desayuno. Su oferta de cereales y avena no solo convence por variedad, sino también por precios que superan claramente a los de Target, Walmart o Kroger. Para muchos compradores, esta diferencia es lo que determina la fidelidad a la cadena.
Un ejemplo claro es el popular cereal Honey Nut Cheerios. Mientras que en Costco un paquete de 1,2 litros supera los 8 dólares, en Sam’s Club el mismo producto se consigue por 7,60 dólares. En Walmart, sin embargo, esa misma caja puede alcanzar los 12,50 dólares, casi el doble del precio mayorista.

La situación se repite en el caso de la avena Quaker Old-Fashioned. Aunque Kroger y Costco mantienen precios cercanos, Walmart vuelve a quedar en evidencia. Comprar en Sam’s Club significa un ahorro evidente que se acumula con cada visita.
El secreto: comparar por precio unitario
Más allá de los números absolutos, lo que realmente determina el ahorro es el precio unitario. Solo así es posible medir qué cadena ofrece el mejor valor por cada gramo de producto. Sam’s Club se ha convertido en un referente porque sus precios por unidad vencen en la mayoría de comparaciones.
No se trata solo de llevar grandes cantidades a casa, sino de aprovechar la calidad y la estabilidad de precios que ofrece este formato. Incluso si un consumidor no necesita tanto cereal o avena, vale la pena abastecerse por la diferencia acumulada. La clave es simple: más por menos.
Quien visite un almacén de Sam’s Club encontrará además otras categorías de comestibles con precios que superan a Costco y al resto de cadenas. Pero en el caso de los cereales y la avena, el ahorro es tan evidente que se ha convertido en el símbolo del KO al resto de competidores.