Durante años, McDonald’s se ha mantenido como un referente mundial de la comida rápida. Sin embargo, la compañía enfrenta ahora un momento complejo en su mercado más importante: Estados Unidos. La caída en la percepción de valor por parte de los clientes ha generado un desafío que amenaza con debilitar su dominio.
En este contexto, la multinacional ha decidido tomar medidas drásticas. El próximo mes, las franquicias estadounidenses pondrán en marcha una estrategia basada en precios más bajos. La apuesta es clara: recuperar a los consumidores que se han alejado en busca de alternativas más baratas o atractivas.

El giro estratégico de McDonald’s para reconquistar clientes
La noticia fue adelantada por The Wall Street Journal y, aunque la empresa no se ha pronunciado oficialmente, las decisiones ya están tomadas. Desde septiembre, se reducirá un 15% el precio de ocho combos emblemáticos. Además, se sumará un desayuno por 5 dólares y una combinación de McNuggets con Big Mac por 8 dólares, reviviendo la marca de los conocidos “extra value meals”.
El propio CEO, Chris Kempczinski, reconoció recientemente el núcleo del problema. Según afirmó, “la percepción del valor de los consumidores se ve principalmente influenciada por el precio de nuestro menú principal”. Para él, todo se define en el instante en que el cliente observa el tablero del restaurante, de allí que el menú sea el impulsor de la percepción de la marca.

La estrategia busca enviar una señal directa: McDonald’s quiere ser de nuevo sinónimo de valor. En un escenario donde la inflación y la competencia golpean con fuerza, el precio se convierte en el argumento más poderoso. La apuesta no solo es comercial, también es comunicativa, ya que reposiciona la imagen de la compañía frente a un consumidor cada vez más exigente.
Un modelo que se apoya en colaboraciones y marketing
McDonald’s no es nuevo en reinventar su propuesta de valor. En el pasado reciente, las colaboraciones con marcas culturales y películas de gran alcance han resultado en éxitos de ventas. Ejemplo claro fue la alianza con la película de Minecraft, que logró atraer multitudes en busca de los combos con artículos coleccionables.
Ese tipo de estrategias ha convertido al gigante en algo más que un restaurante: una marca que conecta con la cultura popular. Los clientes no solo compran comida, también adquieren un recuerdo, un objeto que despierta pertenencia. Esa mezcla de precio atractivo y marketing experiencial es lo que la compañía pretende potenciar nuevamente.
Mientras tanto, Burger King y otras cadenas observan con cautela. La jugada de McDonald’s puede reordenar el tablero competitivo en el mercado estadounidense. Si logra consolidarse, marcará una diferencia clara que obligará a sus rivales a reaccionar, aunque de momento no se vislumbra una respuesta concreta.