Muchos automovilistas conocen la frustración de intentar adelantar y encontrarse con un vehículo lento bloqueando el carril izquierdo. En la mayoría de los casos, las normas de tráfico se enfocan en controlar a quienes superan el límite de velocidad. Sin embargo, en Luisiana se ha adoptado un enfoque distinto para reforzar la seguridad vial.
La nueva normativa busca castigar no solo a los conductores temerarios, sino también a quienes circulan a una velocidad peligrosamente baja. El gobernador Jeff Landry impulsó el Proyecto de Ley 11 del Senado, que entró en vigor el 1 de agosto de 2025. Esta ley establece sanciones económicas e incluso penas de cárcel para los infractores reincidentes.

Seguridad en la carretera
La regulación de la velocidad no se limita a evitar excesos, las autoridades reconocen que conducir por debajo de la velocidad recomendada puede causar accidentes. Esta habitual práctica genera muchos atascos, retrasa el tráfico y aumenta el riesgo de colisiones, por ello, Luisiana ha decidido actuar contra los abusos en el carril izquierdo. El uso de cámaras de vigilancia y radares ayuda a detectar a quienes incumplen la ley.
Ahora, con el nuevo marco legal, cualquier conductor que circule en el carril izquierdo por debajo del límite será multado. El objetivo es garantizar que este carril se utilice exclusivamente para adelantar, como estipulan las normas viales. Las sanciones están claramente definidas: una primera infracción, 150 dólares; la segunda infracción, 250 dólares; tercera infracción, 350 dólares y la posibilidad de hasta 30 días de cárcel.
Nuevas políticas para la conducción autónoma
El debate sobre la seguridad vial también incluye a los vehículos autónomos. Austin, en Texas, es un ejemplo de cómo esta tecnología está dejando de ser futurista para convertirse en una realidad. Allí operan cibertaxis de Tesla, Waymo y Zoox en programas piloto.

Aunque todavía no están presentes en todos los estados, su llegada masiva parece inevitable. Por ello, las autoridades están revisando las normas que regulan su funcionamiento. Es fundamental que las empresas presenten planes de seguridad detallados para proteger a todos los usuarios de la vía.
Texas ya ha empezado a adaptar su legislación para incorporar estos avances. De este modo, se establecen requisitos claros para la circulación segura de estos vehículos. Las autoridades saben que la modernización de las leyes es clave para prevenir incidentes en un entorno de tráfico cada vez más tecnológico.
Las carreteras del futuro
La conducción autónoma avanza rápido, pero su implementación total llevará tiempo. Mientras tanto, la convivencia entre vehículos convencionales y autónomos será un reto para la seguridad vial. Esto implica que las políticas públicas deben evolucionar al mismo ritmo que la tecnología.
La experiencia de ciudades como Austin servirá como referencia para otros estados. Con una regulación clara, se espera que el impacto en la seguridad sea positivo. Tanto las sanciones en Luisiana como las políticas para la conducción autónoma marcan el inicio de una nueva era en las carreteras de Estados Unidos.