La experiencia de pasar por los controles de seguridad en un aeropuerto estadounidense no suele ser rápida ni cómoda. Los viajeros con vuelos de conexión saben que, después de pasar la aduana, aún queda una fila más para volver a pasar por la TSA. Este proceso se repite incluso si el equipaje ya ha sido revisado en el punto de origen.
Ahora, una nueva iniciativa promete poner fin a esa rutina para ciertos vuelos internacionales. El programa One Stop Security llega como una apuesta para reducir tiempos de espera y eliminar pasos innecesarios en la conexión entre vuelos. Su lanzamiento ya está marcando un antes y un después para quienes lo han probado.

Un programa que elimina dobles controles
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) presentó oficialmente esta medida el 22 de julio. La prueba se lleva a cabo en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, con la colaboración de American Airlines y las autoridades del Reino Unido. El primer caso práctico se dio con pasajeros que partieron desde Londres Heathrow.
A su llegada a Estados Unidos, los viajeros no pasaron nuevamente por el control de seguridad de la TSA. Tampoco tuvieron que facturar de nuevo su equipaje antes de tomar el siguiente vuelo. En su lugar, accedieron directamente a la puerta de embarque para continuar su viaje sin interrupciones.

Esta simplificación ha sido posible gracias a la cooperación entre la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y el Departamento de Transporte del Reino Unido. El objetivo es claro: agilizar el paso por el aeropuerto y mejorar la experiencia del usuario.
Mejoras para el pasajero y planes de expansión
David Seymour, director de operaciones de American Airlines, destacó que esta es "una de las mejoras más innovadoras" que se han ofrecido a los clientes. Según las estimaciones, la eliminación de los dobles controles podría reducir los tiempos de espera en un 50%. Esto no solo alivia el tránsito de los pasajeros en conexión, sino que optimiza el funcionamiento del propio aeropuerto.
Por ahora, la iniciativa cubre exclusivamente el vuelo entre Londres y Dallas. Sin embargo, la TSA y sus socios ya planean extenderla a más rutas internacionales. Delta Air Lines prevé sumarse en verano con vuelos desde Londres al Aeropuerto Internacional de Atlanta, aplicando las mismas facilidades.
American Airlines también ha anunciado un nuevo proyecto piloto para unir Sídney con el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. En esta ruta, los pasajeros disfrutarían de las mismas ventajas, evitando los pasos adicionales antes de su vuelo de conexión.
Este tipo de medidas no solo representan una innovación en términos operativos. También refuerzan la imagen de las aerolíneas y las autoridades como actores comprometidos con la comodidad del viajero. Si la implementación en Dallas y futuros aeropuertos resulta exitosa, podría abrir la puerta a una transformación en la forma de viajar a Estados Unidos.