La Administración del Seguro Social (SSA) ha anunciado un cambio importante en sus políticas de verificación de identidad. Esta medida afecta a todos los beneficiarios, quienes deberán someterse a procedimientos más estrictos a partir de este mes junio de 2025. La intención de esta reforma es prevenir el fraude y mejorar la eficiencia del sistema.
Sin embargo, la implementación de estos nuevos procedimientos podría generar retrasos en los pagos que muchos beneficiarios dependen para su día a día. Los más afectados podrían ser los jubilados y aquellos que tienen ciertas dificultades para acudir a las oficinas locales del Seguro Social.

¿Qué está cambiando en el proceso de verificación de la SSA?
La nueva política establece que todos los nuevos solicitantes y aquellos que modifiquen sus datos deberán acudir a una oficina del Seguro Social para una verificación en persona. El sistema de verificación en línea, que hasta ahora ha sido común, ya no es suficiente para la SSA. Esta decisión responde al gran aumento de fraudes, como el robo de números de Seguro Social y la presentación de solicitudes falsas, que han crecido desde la pandemia.
Desde 2021, la SSA ha observado un incremento notable en los intentos de robo de identidad. La digitalización acelerada debido a la pandemia abrió puertas a estafadores, lo que provocó la necesidad de reforzar la seguridad del sistema. Este cambio busca garantizar que los fondos lleguen a quienes realmente los necesitan.

El impacto en los beneficiarios
Uno de los principales problemas que esta reforma genera es la preocupación sobre los retrasos. Los jubilados, en particular, dependen de estos pagos para su supervivencia.
Con la escasez de personal en las oficinas del Seguro Social, la demanda de citas presenciales podría causar aún más demoras. Además, muchos jubilados enfrentan dificultades para trasladarse a las oficinas físicas.
¿Qué deben hacer los nuevos solicitantes y beneficiarios?
Los nuevos solicitantes deben prepararse para un proceso más largo. Asegúrese de tener todos los documentos originales, como pasaporte, licencia de conducir o acta de nacimiento. Además, es importante preparar fotocopias selladas para agilizar el proceso.
En cuanto a los beneficiarios que ya están inscritos, deben verificar que su información en “Mi Seguridad Social” coincida con sus documentos oficiales.
Cómo manejar los posibles retrasos
Si experimenta retrasos, guarde todos los correos electrónicos, recibos y números de caso relacionados con su trámite. De esta manera, podrá reclamar su pago retroactivo si no se recibe a tiempo. La SSA también ofrece asistencia para aquellos que no puedan acudir a las oficinas, mediante visitas a domicilio o el nombramiento de un representante autorizado.
La SSA busca frenar las pérdidas por fraude, que han alcanzado casi 8 mil millones de dólares en la última década. Esta cantidad es suficiente para cubrir los pagos anuales de 600,000 jubilados. El endurecimiento de la verificación no solo protege el fondo fiduciario, sino que también busca reforzar la confianza del público en el sistema.