El Atlético de Madrid se medía esta noche al Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas en un duelo correspondiente a la sexta jornada de la competición doméstica. Los de Íñigo Pérez plantearon un partido incómodo al conjunto de Diego Pablo Simeone, costándole al Atlético sobreponerse a las embestidas del Rayo Vallecano y a su adelantada línea de presión. Yéndose por debajo en el marcador al descanso del encuentro, el Atlético tiró de fe y replicó con un gol de Conor Gallagher al inicio de la segunda mitad del partido.
A pesar de mejorar su juego y ordenarse más en ataque y defensa en la segunda mitad, el Atlético no pudo pasar del empate ante el conjunto vallecano. El 0-7 cosechado el año pasado en el Estadio de Vallecas quedó en anécdota esta temporada, proponiendo el Rayo Vallecano un fútbol mucho más contundente e incómodo para su rival. Dando el partido mucho de sí en ambas partes, existen muchas facetas dignas de un análisis profundo.
Asedio vallecano en la primera parte
El Rayo inició el encuentro con una línea de presión bastante adelantada, algo que ha pillado por sorpresa a un Atlético que se ha visto sobrepasado en el primer tiempo. Los de Íñigo Pérez asfixiaron a los hombres de Simeone hasta el punto de irse con el marcador a su favor al descanso tras el pícaro gol de Isi Palazón. El capitán del conjunto vallecano cazó un tiro desviado de Ratiu para mandar el balón al fondo de la red con algo de suspense tras revisar un fuera de juego inexistente.
El Atlético de Madrid, por su parte, se mostró bastante desordenado durante todo el primer tiempo, siendo un tiro al travesaño de Julián Alvarez la mejor oportunidad de los rojiblancos. Oblak estuvo algo exigido al inicio con un fuerte disparo de Embarba que repelió tirándose abajo, además de detener en reiteradas ocasiones las embestidas del conjunto de Vallecas. La defensa colchonero lució bastante frágil durante toda la primera mitad, poniendo de manifiesto la importancia que tiene José María Giménez y Robin Le Normand, ausentes por descanso.
La lesión de César Azpilicueta casi al final de los primeros 45 minutos fue la cara gris del encuentro para el Atlético de Madrid, siendo el navarro sustituido por Giménez. El mediocampo colchonero sucumbió al de los vallecanos, siendo Koke, Marcos Llorente y Conor Gallagher superados en todas las facetas del juego por los centrocampistas del Rayo Vallecano. La circulación del balón y la intensidad habitual en la medular no pudieron apreciarse ante un equipo que les sometió y que no les dejó conectar con sus dos delanteros.
Cambio de planes
Samuel Lino y Marcos Llorente fueron sustituidos en el descanso ingresando Antoine Griezmann y Ángel Correa al terreno de juego. Julián Alvarez arrancó el segundo tiempo desde el carril izquierdo, posición poco habitual para él y en la que se encontró bastante exigido en ataque y en defensa. El mediocampo comenzó a entrar mucho más en juego y a estar más activo en la presión tras pérdida, facilitando esto muchas recuperaciones en zonas sensibles del terreno de juego.
Cambiando radicalmente el esquema, en el que se llegaba a disipar una línea de 4 en defensa cuando el equipo no tenía la pelota, las modificaciones pronto dieron sus frutos. Conor Gallagher ejecutó a la perfección la asistencia de un Alexander Sorloth que realizó una gran jugada individual y sirvió un balón a la frontal del área rematado por el inglés. El Atlético de Madrid iba activándose poco a poco conforme avanzaba el segundo tiempo, siendo el gol del jugador británico un chute de motivación y confianza para el conjunto colchonero.
Conforme avanzaba el tiempo, el partido fue moviéndose de un área a otra, teniendo el Atlético algún momento de lucidez en el que no tuvo fortuna para convertir un gol. La presión colchonera llevó al Rayo al límite en numerosas ocasiones en su salida de balón, siendo esta tan intensa que desmelenó incluso a Conor Gallagher en una de las arremetidas. Sorloth estuvo peleón durante toda la segunda mitad, luchando cada balón con la defensa de un Rayo que sufrió en sus carnes el poderío físico del gigante noruego.
El Rayo no pudo crearle mucho más peligro en ataque al Atlético de Madrid ni siquiera con la entrada de una de sus flamentes nuevas incorporaciones, James Rodríguez. El cafetero apenas entró en juego en sus minutos sobre el verde, poniendo de manifiesto el buen hacer de la defensa colchonera tras regresar del intermedio del encuentro. A pesar de esas intentonas rojiblancas por perforar la potería de Batalla, el partido concluyó con un empate a 1 que sabe a poco para un Atlético que quería más.
Un punto insípido
Ni la entrada de Giuliano Simeone en los minutos evitó que el marcador se moviese, otorgándole al Atlético de Madrid un punto que sabe a poco a los hinchas colchoneros. El Atlético se descuelga, ligeramente, de sus grandes rivales por el título, quedando relegado a la cuarta posición de la tabla a dos puntos del Real Madrid y ocho del Barcelona. A expensas de poder redimirse de este empate en el encuentro del jueves en Balaídos, el Atlético de Madrid ya piensa en ganar el duelo ante el Celta de Vigo.