Flick ha decidido que uno de sus centrocampistas, salga del equipo, aunque él siempre ha querido triunfar en el Barcelona, la realidad que le espera es muy diferente. El técnico alemán ha decidido que no va a contar con él, y eso ha cambiado todo, el jugador, que siempre ha mostrado compromiso y amor por los colores blaugranas.
Quiere quedarse en el Barça, pero la falta de oportunidades le empuja a pensar en una salida, Laporta no quiere perderle, saben que si no juega, su salida será inevitable. Casado vive días de incertidumbre, a pesar de su voluntad de seguir, la ausencia de minutos y la confianza nula de Flick le obligan a reflexionar su situación. La paciencia tiene un límite y, por primera vez, empieza a asumir que marcharse podría ser lo mejor para su carrera.

La noticia no sorprende dentro del vestuario, Flick tiene claras sus prioridades y, en ellas, Marc Casado no entra. El Barça cuenta con una plantilla cargada de mediocentros y el joven futbolista queda relegado al fondo de la lista. Ni siquiera la posibilidad de alternar entre el primer equipo y el filial le garantiza minutos de calidad.
El Barça no quiere regalarlo
El problema es que el Barça no quiere regalarlo. La directiva del Barcelona sabe que es un talento formado en la cantera y su intención es retenerlo, aunque sea con una cesión que le permita crecer fuera. La idea de perderlo gratis ni se contempla.
Sin embargo, Casado no se conforma con promesas, quiere certezas, quiere jugar y demostrar que puede rendir al máximo nivel. Si en el Camp Nou, no le dan esa oportunidad, buscará un club que sí lo haga. Y ese escenario se acerca cada vez más.
Situación que agota al Barcelona
La situación empieza a llamar la atención de otros equipos, en España y en el extranjero, varios clubes siguen de cerca la evolución del caso. Saben que Casado es un futbolista con personalidad, calidad y proyección, que, con minutos, puede convertirse en una pieza clave. Mientras tanto, Flick no se mueve, El técnico alemán mantiene su plan y prioriza a otros jugadores para el mediocampo.
El mensaje es claro: si Casado quiere tener más protagonismo, tendrá que ganárselo fuera del Barça, en el entorno del jugador formado en La Masía, la sensación es de resignación. No es la salida que quería, pero si no hay espacio para él, no queda otra, el futuro de Casado parece cada vez más lejos del Camp Nou.