El partido ya comenzaba con sorpresa desde la publicación de la alineación del Atlético de Madrid: en el banquillo Julián Álvarez y entraba Giuliano Simeone. En principio parecería un cambio natural, sin embargo a los pocos segundos de empezar el partido se demostró que no. El hijo de actual entrenador colchonero ocupaba la posición de carrilero zurdo a la que se vio que no estaba muy habituado.
Nahuel Molina era la otra novedad que ocupaba el carril diestro, llevando a Marcos Llorente a la posición de interior diestro para darle más músculo al medio del campo rojiblanco. Correcta primera parte del lateral argentino que no tuvo tanto trabajo como su homólogo Giuliano Simeone, que por momentos se vio sobrepasado en labores defensivo.
Sin claro dominador
La primera parte se solventó con pocas ocasiones claras, o mejor dicho, con solamente una ocasión clara para el Celta de Vigo. De la mano de Iago Aspas y Borja Iglesias el conjunto olívico puso en graves problemas al Atlético de Madrid que no hizo ningún tiro en toda la primera parte.
Tras una jugada entre los dos delanteros del conjunto vigués, un tiro de Iago Aspas pegado la base del poste izquierdo de Jan Oblak fue atajado por el meta esloveno. Una parada espectacular del portero del Atlético de Madrid que despertó una reacción en el delantero vigués de asombro: "que paradón".
Primera parte muy igualada que también destacó por los duelos entre Borja Iglesias y Reinildo Mandava. Diversos rifirrafes desembocaron en una acción peligrosa de "El Panda" sobre el mozambiqueño que no supuso ninguna penalización para el delantero. Sin embargo, un abrazo de Reinildo sobre el delantero para parar un contragolpe, sí provocó la primera amarilla del conjunto rojiblanco.
Segunda parte, más de lo mismo
Un resultado que no le venía nada bien al conjunto rojiblanco que necesitaba ganar sí o sí en Balaídos. Se esperaban cambios a la media parte, sin embargo Simeone mantuvo a los once que iniciaron el partido. Sin embargo, apenas nueve minutos después el técnico argentino dio entrada a Julián Alvarez por ¡Koke!
Este sorprendente cambio supuso que el equipo colchonero se rompiera y el Celta gozara de varias ocasiones de la mano, sobre todo, de Borja Iglesias. En el otro área, Carl Starfelt se estaba merendando a Alexander Sørloth que no ganaba ni un duelo contra el central sueco. Acto seguido, Simeone volvió a recomponer el equipo con Rodrigo De Paul y Rodrigo Riquelme por Giuliano Simeone y Alexander Sørloth.
El Atlético de Madrid se volvió plano, inofensivo y el Celta de Vigo olía la sangre. En el minuto 72, Borja Iglesias volvía a rematar otro centro de media chilena que si no llega a ser porque Le Normand la tocó, posiblemente habría sido más peligroso. Por no hablar de otro cabezazo anterior que Jan Oblak sacó en la línea de gol.
Al Atlético le bastaron 10 minutos
Hacia el minuto 79, llegó la primera ocasión de verdaderamente de peligro por parte de los colchoneros. Un bicicleta de Riquelme en el costado zurdo acabó en un tiro al palo corto que desvió Vicente Guaita a corner. Desde ese momento el partido cambió un poco a favor del Atleti y ocurrió lo que le pasaba al Atlético de antaño.
Tras la enésima ocasión clara fallada por el Celta de Vigo, esta vez por parte de Douvikas, el Atlético de Madrid tuvo la segunda ocasión clara del partido. Contra el Leipzig el centro de Antoine Griezmann fue con la diestra desde el costado zurdo, pues contra el Celta fue desde el costado diestro con la zurda. Este centro lo acabaría cazando Julián Alvarez haciendo gala de su fama de rematador nato y cerrar el partido.
Con esto se acabaría un partido nefasto del Atlético de Madrid pero que ganó. Y eso es lo más importante cuando el juego no llega aún y las piezas están por encajar. El próximo partido en el Metropolitano contra el Real Madrid será la primera prueba de fuego para un conjunto que aún le falta rodaje.