El Atlético de Madrid ha sufrido un revés inesperado en el mercado de fichajes con uno de los talentos más prometedores de Europa. El joven extremo sueco Roony Bardghji, seguido de cerca por la dirección deportiva rojiblanca hace meses, ha decidido firmar con el FC Barcelona. A falta de oficialidad, el acuerdo está prácticamente cerrado y se espera que el anuncio se produzca en julio. El Barça ha sido más rápido, más directo y, sobre todo, más convincente.
Robo al Atlético
El Atlético de Madrid mostró interés real en Bardghji a principios de año, cuando el jugador todavía no había definido su futuro. Su golazo al Manchester United en Champions puso al sueco en el radar de media Europa, incluido el club colchonero. Sin embargo, una lesión de rodilla lo dejó fuera de combate durante casi un año y eso enfrió las conversaciones. Mientras tanto, el Barça nunca se descolgó del todo y siguió monitorizando su evolución.

Aprovechando que el jugador acaba contrato con el Copenhague en diciembre y que no tenía intención de renovar, el club azulgrana ha actuado con contundencia. La operación, según fuentes cercanas, rondará los 2,5 millones de euros. Deco, director deportivo del Barça, ha considerado la incorporación de Bardghji como una clara oportunidad de mercado. Su apuesta ha sido firme, mientras el Atlético y otros equipos como Espanyol o Girona se han quedado atrás.
Talento joven que va a Barcelona
El futbolista, de familia siria y nacido en Kuwait, siempre ha manifestado simpatía por el club catalán. Su entorno paró las conversaciones con otros clubes en cuanto el Barça se posicionó seriamente. Ni siquiera el interés inicial del Atlético de Madrid fue suficiente para reconducir una situación que, finalmente, se ha resuelto a favor del conjunto culé. Una muestra más de que en este tipo de perfiles jóvenes, el tiempo lo es todo.
Para el Atlético, este movimiento supone perder a un jugador que podría haber encajado en los planes de Simeone de cara al futuro. Bardghji combina talento, desborde y pegada, características escasas en el actual vestuario rojiblanco. Su marcha al eterno rival no hace más que añadir un tinte polémico a la operación. En el Metropolitano no se descarta reforzar esa posición, pero la sensación de haber dejado escapar una joya es inevitable.