El Atlético de Madrid está viviendo una situación delicada con uno de sus fichajes más caros de los últimos años: Thomas Lemar. El centrocampista francés llegó al club rojiblanco en 2018 con un cartel de estrella y un valor de mercado que alcanzaba los 70 millones de euros. Sin embargo, su rendimiento en estos años ha estado muy por debajo de lo esperado, y ahora su valor se ha desplomado a unos 10 millones. Lo que se esperaba que fuera un fichaje estrella, ha acabado convirtiéndose en un problema para el club.
Un fichaje con grandes expectativas
Cuando Lemar aterrizó en Madrid, lo hizo tras brillar en el AS Mónaco, donde fue una pieza clave en el equipo que llegó a las semifinales de la Champions League. Las expectativas eran altísimas. La afición y la directiva del Atlético confiaban en que el francés fuera el jugador que aportara desequilibrio, velocidad y creatividad en el ataque. Diego Simeone también lo veía como un elemento clave para su esquema.
Pero la realidad fue muy distinta. Lemar nunca logró adaptarse completamente al estilo de juego del Atlético, y su rendimiento se fue diluyendo con el paso de las temporadas. A pesar de que ha tenido algunos destellos de calidad, estos han sido insuficientes para justificar el alto precio que el club pagó por él.
El desplome de su valor
Con el paso de los años, el valor de mercado de Lemar ha ido cayendo en picado. De los 70 millones de euros que el Atlético pagó por él, ahora su precio se estima en tan solo 10 millones. Esto supone una pérdida considerable para el club, que ha intentado por todos los medios encontrarle una salida durante el pasado verano. Sin embargo, ningún equipo ha mostrado un interés real en hacerse con los servicios del centrocampista.
Este desplome en su cotización refleja no solo su bajo rendimiento, sino también la falta de continuidad y confianza que ha tenido en el equipo. Simeone, que en su día fue uno de sus mayores defensores, ha dejado de contar con él de forma regular.
Un problema para el Atlético de Madrid
El hecho de no haber conseguido vender a Lemar en el último mercado de fichajes ha generado un problema para el Atlético de Madrid. El jugador sigue ocupando un puesto en la plantilla, pero no entra en los planes del cuerpo técnico. Esto no solo afecta a la dinámica del equipo, sino también a las finanzas del club.