En el Atlético de Madrid ya se mueven fichas para planificar el futuro del centro del campo. Con la inminente salida de Rodrigo De Paul rumbo al Inter de Miami, el club necesita cubrir un vacío importante en la medular. El argentino, que ha sido un jugador clave para Simeone en las últimas temporadas, está a un paso de dejar la disciplina rojiblanca por una cifra cercana a los 15 millones.
Un refuerzo necesario
Ante esta situación, un nombre que ha cobrado fuerza en las oficinas del Metropolitano es el de Richard Ríos, mediocentro del Palmeiras y una de las grandes sensaciones del fútbol brasileño. El jugador colombiano, de 24 años, ha sido seguido por varios clubes europeos en los últimos meses, pero es el Atlético quien parece más decidido a lanzarse a por él.

Gil Marín y la dirección deportiva ya han hecho los primeros movimientos para tantear la operación. Según informa ESPN, el Atlético de Madrid considera a Richard Ríos el perfil ideal para ocupar el rol que dejaría libre De Paul. Su físico, capacidad táctica y despliegue han llamado la atención de los técnicos rojiblancos.
Gran cantidad de dinero
El principal obstáculo es su precio. Palmeiras exige 30 millones de euros para dejar salir al internacional cafetero. Una cantidad que, aunque elevada, el Atlético no descarta asumir si logra cerrar antes algunas salidas importantes. La venta de De Paul es clave para equilibrar cuentas y afrontar nuevas incorporaciones.
No obstante, el colombiano no es la única opción sobre la mesa. También ha salido el nombre de Javi Guerra, centrocampista del Valencia. Su juventud, proyección y precio más bajo lo hacen una alternativa interesante. Aun así, el interés por Richard Ríos es más firme y prioritario, según apuntan desde Brasil.
Desde el club saben que no hay demasiado margen para errores. Simeone ha pedido refuerzos fiables y listos para competir desde el primer día. Richard Ríos, que ya es pieza importante en el Palmeiras y habitual en la selección colombiana, cumple con ese perfil. El Atlético de Madrid necesita dinamismo, calidad y compromiso en la medular, justo lo que ofrece el colombiano.