El mercado de fichajes ha comenzado con mucha fuerza en LaLiga, especialmente tras las primeras operaciones del Real Madrid y Barça. En el caso del conjunto madridista, han cerrado varias operaciones con el objetivo de contar con refuerzos para intentar ganar el Mundial de Clubes. Los azulgranas, a pesar de que no se clasificaron para el torneo, tampoco quieren perder el tiempo y ya anunciaron que habrá varias incorporaciones.
La primera de ellas, y con polémica, ha sido la de Joan García, quien ha depositado el importe de su cláusula y abandonará en Espanyol. No es el único objetivo de Joan Laporta en LaLiga, pues planea cerrar la llegada de un Nico Williams que estaría dispuesto a poner fin a su etapa en Bilbao. También intenta forzar la maquinaria para pescar en el Atlético de Madrid, aunque la respuesta que ha recibido no le ha gustado.
El Barça quiere romper el mercado en España
Hace tiempo qué numerosas informaciones señalaban que el FC Barcelona tenía problemas económicos y no podía inscribir a jugadores. El mejor ejemplo es lo vivido con Dani Olmo, quien tuvo que recurrir a una cautelar del CSD tras la negativa tanto de LaLiga como de la RFEF. Ahora, se repite esa situación con Joan García, quien ha sido anunciado como nuevo fichaje, a pesar de que Hansi Flick todavía cuenta con tres guardametas en plantilla.
El próximo, y también con mucha polémica, será Nico Williams, el objetivo prioritario de Laporta desde el pasado verano, cuando decidió quedarse en Bilbao. La idea es la misma que con el portero español: pagar la cláusula de su contrato y poder negociar directamente con el jugador. A ese proyecto del Barça no se unirá Julián Alvarez, quien hace tiempo está en la boca del entorno azulgrana como la guinda del pastel.
El Atlético de Madrid deja clara su hoja de ruta
Tal y como explicó hace poco Simeone, es normal que cualquier gigante de Europa esté interesado en fichar a Julián Alvarez, uno de los mejores delanteros del mundo. En su primera temporada como colchonero ha sumado 29 tantos, siendo el mejor debutante desde que el Cholo está en el banquillo. Muchos en el Barça fantasean con fichar al campeón del mundo de cara al año 2026, pero la respuesta desde el Metropolitano ha sido clara.
El precio de salida del argentino es de 500 millones de euros, una cantidad que nunca podrán asumir desde el FC Barcelona, a pesar de sus fuertes deseos. La hoja de ruta de Laporta sería que el ex del Manchester City, fuese el sucesor de un Robert Lewandowski que apunta a marcharse tras la próxima campaña. Nada más lejos de la realidad, pues el sueño de Gil Marín es que Julián Alvarez sea la punta de lanza de su ambicioso proyecto.