Hay veces en las que el fútbol escribe historias que parecen sacadas de un guion. Jugadores que se cruzan con quienes, años después, serán sus entrenadores. O encuentros casuales que terminan marcando el rumbo de una carrera.
Algo así vivió Dávid Hancko, uno de los nuevos rostros del Atlético de Madrid. Que ha aterrizado este verano en la capital con ilusión renovada y una historia curiosa bajo el brazo.

En su primera entrevista como rojiblanco, el central eslovaco no solo habló de su fichaje o de sus metas con el equipo. Sino que también reveló cómo fue la primera vez que vio Diego Pablo Simeone. Una escena lejana en el tiempo, pero que ahora cobra un significado especial.
Una foto, una casualidad… y el destino
“Quizá algunos hayan visto la foto”, bromeó Hancko. El año era 2018. Entonces jugaba en la Fiorentina y compartía vestuario con Giovanni Simeone, hijo del actual técnico colchonero.
“Un día vino a vernos y lo vi en el salón. No lo dudé, le pedí una foto. Nunca imaginé que años después estaría aquí, como su jugador”, explicó el defensa.
Una anécdota simpática que, con el paso del tiempo, se ha transformado en un giro del destino.
Hancko llega procedente del Feyenoord tras haber sido seguido de cerca por el Atlético durante las últimas temporadas. El club colchonero aprovechó que su fichaje por el Al Nassr se frustró para cerrar su incorporación por unos 30 millones de euros. Se convierte así en el sexto refuerzo del equipo para el curso 2025/26.
Compromiso, ambición y recuerdo del Metropolitano
Durante su presentación, el internacional eslovaco se mostró entusiasmado con su nueva etapa. “Llevaba mucho tiempo esperando este momento. Creo que estoy en el lugar adecuado”, aseguró.
Además, recordó su visita al Metropolitano como rival en Champions hace dos años. “Fue una noche increíble. Quizá mi actuación ayudó a que se interesaran en mí”, dijo entre sonrisas.

Sobre su estilo, Hancko destacó su vocación defensiva, aunque no esconde su gusto por sumarse al ataque en acciones a balón parado. Y no faltaron los elogios hacia su nuevo entrenador: “Simeone es una de las grandes figuras del fútbol en las últimas décadas. Estoy deseando aprender de él y crecer como jugador”.
Ahora, lo que empezó como una foto casual. Se transforma en una oportunidad para brillar bajo las órdenes de quien un día solo era “el padre de un compañero”.