Jan Oblak, el destacado portero del Atlético de Madrid, no solo es conocido por sus habilidades bajo los tres palos, sino también por su sólida y talentosa familia. Recientemente, se ha dado a conocer un aspecto fascinante de su vida familiar que ha sorprendido a muchos: su hermana, Teja Oblak, es una renombrada jugadora de baloncesto profesional en Eslovenia. Este secreto familiar ha sido revelado, y ha capturado la atención de los aficionados al deporte.
La influencia de la familia en la carrera de Jan Oblak
Jan Oblak ha sido una figura central en el fútbol mundial gracias a su impresionante rendimiento y consistencia en el Atlético de Madrid. Sin embargo, el éxito de Oblak no ha llegado solo; su familia ha jugado un papel crucial en su desarrollo personal y profesional. Desde temprana edad, Jan mostró un interés particular por el fútbol, y gran parte de esta pasión se debe a su padre, Matjaž Oblak.
Matjaž, aunque no alcanzó el nivel profesional, fue un futbolista en su juventud y fue quien le inculcó a Jan el amor por el deporte. A lo largo de su formación, Matjaž le enseñó no solo las técnicas fundamentales del portero, sino que también le proporcionó apoyo emocional y físico. Esta relación padre-hijo fue clave para que Jan desarrollara la disciplina y dedicación necesarias para convertirse en uno de los mejores porteros del mundo.
La madre de Jan, Stojanka Majkić, también ha sido una influencia significativa en su vida. Aunque Stojanka jugó al balonmano en su juventud, su experiencia como deportista le permitió entender los sacrificios y la presión que enfrenta un atleta. Ella ha sido una figura estabilizadora en la familia, asegurando que Jan pudiera concentrarse en su carrera mientras recibía una educación sólida.
Teja Oblak: la estrella del baloncesto
La revelación más impactante para muchos aficionados es el talento de su hermana, Teja Oblak, quien ha dejado huella en el baloncesto europeo. Jugadora profesional, Teja compite actualmente en el ZVVZ USK Praga, uno de los equipos más destacados de Europa, y ha representado a Eslovenia en torneos internacionales. La relación cercana entre Jan y Teja ha sido evidente en múltiples entrevistas, donde ambos han compartido cómo el deporte ha sido un vínculo que los ha unido aún más.
Teja ha enfrentado sus propios desafíos en su carrera, y su experiencia ha permitido que Jan también aprenda a manejar la presión que conlleva ser un deportista de élite. Crecer en un hogar donde el fútbol y el baloncesto eran temas de conversación cotidianos ha sido esencial para ambos, proporcionándoles una base sólida para triunfar en sus respectivas disciplinas.