El Atlético de Madrid venció por 1-3 al Lugo en el partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Simeone salió al terreno de juego con un 11 plagado de rotaciones, pero sin ningún canterano.
Los rojiblancos no pudieron superar al conjunto gallego en la primera mitad y el técnico argentino tuvo que tirar de los titulares en la segunda mitad. Mala imagen del equipo, en especial la primera mitad, que ha encadenado una racha de malos partidos.
Un inicio prometedor
El partido comenzaba de la mejor manera para el Atlético de Madrid. Cerca del minuto dos, Saúl filtró un gran balón a Galán. Este lo controló en el área y puso una pelota excelente para que Ángel Correa solo tuviera que empujarla.
Parecía que los rojiblancos querían dominar el encuentro desde el inicio y Memphis Depay dispuso de una gran ocasión en el minuto 13. El jugador holandés desaprovecharía un mano a mano que mandaría fuera de manera directa.
Vuelta a la senda del mal juego
Tras esto, los hombres de Simeone perdieron el control del partido y se convirtió en un ida y vuelta. El jugador más destacado del Atleti fue Rodrigo Riquelme, que recibió numerosas faltas por parte de los jugadores rivales.
Una de ellas rozando la roja por parte de su ex-compañero en la cantera rojiblanca, Nacho Quintana. Dos pérdidas absurdas por parte de Saúl Ñíguez harían que los locales dispusieran de buenas ocasiones.
Una de ellas que tuvo que sacar Jose María Giménez bajo palos. El conjunto gallego estaba mejor plantado en el campo y en el minuto 39 les llegaría la recompensa. Tras una acción rozando el penalti por parte del portero local y Azpilicueta, Antonetti cogería el balón cerca del área colchonera y no fallaría.
El delantero murciano se adelantó a Giménez, sentó a Soyuncu con un recorte y definió perfectamente ante Jan Oblak. Poco más pasaría en la primera mitad tras el gol del conjunto de 1ªRFEF.
Simeone saca la artillería en el descanso
Tras el descando, el técnico argentino dio entrada a tres pesos pesados del equipo. Antoine Griezmann, Rodrigo De Paul y Koke entraron para intentar dar la vuelta al partido.
El colegiado González Fuertes volvió a no estar muy acertado y perdonó en el minuto 46 la segunda amarilla a Nacho Quintana. El canterano colchonero propinó una patada en el hombro digna de una película de kárate a Witsel, pero el árbitro se olvidó la amonestación.
El Atlético de Madrid no mejoró nada en los primeros 20 minutos de la segunda mitad. De hecho, en el minuto 56, Giménez sacó bajo palos otro balón que hubiera sido el 2-1 del Lugo.
Depay tranquilizó y sentenció
Corrían malos momentos del Atlético de Madrid, cuando Koke encontró en el minuto 66 a Depay en el área. El delantero holandés realizó un gran recorte, sentando a un defensa y definiendo al palo largo, imposible para el arquero local.
Poco después, el mismo Depay sentenciaría el partido en el minuto 74 y daría el pase a la siguiente ronda al Atlético de Madrid. Marcos Llorente se internó por banda y asistió a Memphis, que de primeras cruzó el balón con un grandísimo golpeo.
Lo único a resaltar hasta el pitido final fue un disparo de Álvaro Morata que se estrelló en el travesaño. El próximo compromiso de los rojiblancos será el miércoles en las semifinales de la Supercopa de España ante el Real Madrid.