El Atlético de Madrid ha recibido una inyección de felicidad y alivio con la reciente venta de Joao Félix al Chelsea. Este movimiento ha sido celebrado por todo el club y por los aficionados, que ven como Joao sigue sin triunfar.
Un cambio inesperado
Joao Félix llegó al Atlético de Madrid en 2019 como una de las grandes promesas del fútbol mundial, con un precio de fichaje que marcó un récord: 127 millones de euros. Sin embargo, después de cinco años, su salida hacia el Chelsea por 52 millones ha sido considerada una decisión acertada. Aunque a simple vista pueda parecer un negocio ruinoso, un análisis más profundo revela que el Atlético ha hecho una gestión brillante de esta situación.
La venta de Félix permite al club amortiguar una parte significativa del costo inicial. Con una amortización de 28.5 millones por año, el Atlético necesitaba al menos 60 millones para evitar pérdidas significativas. Vender al portugués por 52 millones se presenta, por lo tanto, como un auténtico atraco sin pistola perpetrado por la directiva colchonera.
Rendimiento decepcionante
El rendimiento de Joao Félix en el Chelsea ha sido poco convincente desde su llegada. A pesar de ser considerado un jugador con potencial de Balón de Oro, su escasa relevancia en el proyecto de Enzo Maresca se traduce en un bajo número de minutos jugados. Solo el 19% de los minutos en la Premier League.
No sorprende que el Chelsea haya tomado la decisión de ficharlo, considerando el estado actual del jugador. A pesar de las esperanzas de que pudiera brillar en su nuevo entorno, la realidad muestra que Joao Félix necesita urgentemente redefinir su carrera.
Un peso menos para el Atleti
La salida de Joao Félix ha liberado al Atlético de un lastre tanto deportivo como económico. Aunque el club ha perdido dinero con la operación, se ha librado de un jugador cuya ineficacia podría haber afectado gravemente la tesorería del equipo. Los aficionados rojiblancos deberían no solo reconocer la habilidad de quienes negociaron esta salida, sino también agradecer al Chelsea por concretar su interés y a Joao Félix por aceptar el cambio.