El Atlético de Madrid y su afición pueden estar tranquilos. Después de que Marcos Llorente se ausentara del entrenamiento del jueves por "motivos personales", saltaron las alarmas en torno al jugador. Sin embargo, este viernes llegó la mejor de las noticias: Llorente ha sido padre de su primera hija, según reveló en exclusiva Europa Press.
Un motivo muy especial para su ausencia
La incertidumbre duró pocas horas. La ausencia de Marcos Llorente en la sesión de entrenamiento del jueves generó especulaciones sobre su estado físico, pero la razón era mucho más feliz de lo que cualquiera imaginaba. Su mujer, Paddy Noarbe, dio a luz el 13 de febrero en Madrid a su primera hija, a la que han decidido llamar Amor.
La elección del nombre no es casualidad, ya que la pequeña llegó al mundo justo en vísperas del Día de San Valentín. Este es una fecha que simboliza el amor y que seguramente tendrá un significado especial para la familia Llorente-Noarbe.
El regreso de Llorente al entrenamiento
Tras convertirse en padre, Marcos Llorente no tardó en volver a la dinámica del equipo. Este viernes, apenas un día después del nacimiento de su hija, el centrocampista rojiblanco ya estuvo presente en la sesión de entrenamiento junto a sus compañeros.
Su rápida reincorporación demuestra su compromiso con el Atlético de Madrid, pero también la estabilidad y felicidad que está viviendo en el plano personal. Aunque ni él ni su pareja han hecho pública la noticia a través de sus redes sociales, fuentes cercanas a la familia han confirmado la información adelantada por Europa Press.
Un año lleno de emociones para Llorente
El nacimiento de Amor es el broche de oro a una etapa llena de momentos especiales para Marcos Llorente y Paddy Noarbe. La pareja, que se conoció hace más de una década en el colegio, dio el "sí, quiero" en una emotiva boda el 30 de junio de 2023. Unos meses después, en septiembre, anunciaban con alegría que estaban esperando su primer hijo.
Ahora, con la llegada de su pequeña, la familia Llorente-Noarbe comienza un nuevo capítulo que sin duda marcará la vida del futbolista.