La Eurocopa de Alemania será muy especial a todas para todas las selecciones clasificadas. La ilusión de poder representar a tu país en el torneo más importante de Europa hace que muchos futbolistas vivan el proceso con mucha alegría. Muchos de ellos lo harán representando al Atlético de Madrid, club que contará con hasta seis futbolistas el torneo (por el momento).
Sin embargo, una figura colchonera defenderá los colores de un país que lleva 24 años sin disputar una Eurocopa. Esa selección es la Eslovenia de Jan Oblak, quien vuelve al gran torneo europeo de selección tras más de dos decadas de "vacío". Y sin con eso no era suficiente para el guardameta rojiblanco, será el capitán y la máxima figura de su selección en el campeonato.
De esta manera, Jan Oblak entrará en la historia de su selección como el portador del brazalete que lideará a Eslovenia en la segunda "Euro" de su historia. Un acto al alcance de muy pocos, pues el conjunto esloveno apenas ha tenido presencia en los últimos torneos, incluyendo el mundial.
De hecho, la última aparición de Eslovenia en una Eurocopa se dio en el año 2000, donde cayó en una fase de grupos en la que se encontraba la Selección Española. Algo parecido sucedió en el Mundial de Sudáfrica en 2010, torneo en el que tampoco fue capaz de superar la primera fase tras haber conseguido una única victoria contra Argelia.
Ahora, con Oblak bajo los palos, la selección de Matjaz Kek se postula como una de las grandes sorpresas que podría dar esta Eurocopa. No lo tendrá fácil, eso sí, pues deberá hacerse un hueco entre Dinamarca, Eslovaquia e Inglaterra si quiere superar la actuación a principios de siglo. Sin embargo, desde la entidad eslovena se confía en hacer un buen torneo y seguir haciendo historia con el guardameta del Atlético de Madrid como líder y referencia.
Premio a una temporada complicada
La Eurocopa llega tras un año muy complicado para el Atlético de Madrid. El club sufrió para conseguir el objetivo principal, estar entre los cuatro primeros. Además, las duras eliminaciones en semifinales de Copa y en los cuartos de Champions fueron golpes que a día de hoy siguen doliendo a la afición y a los jugadores rojiblancos.
Uno de los grandes motivos que llevaron al Atlético a sufrir tanto daño fue la fragilidad defensiva. En ese sentido, a pesar de que todo el equipo, en especial los centrales, tuvo un gran déficit en área propia, muchas críticas recayeron sobre el guardameta Oblak. Y es que el esloveno ha cuajado su peor temporada desde que llegó a Madrid, recibiendo un total de 68 goles en 54 encuentros.
Sin embargo, fue uno de los héroes de la eliminatoria ante el Inter de Milán, donde detuvo dos penaltis con los que el Atlético eliminó, ante todo pronóstico, al campeón italiano. Una muestra de que, a pesar de las críticas, Oblak seguía siendo un portero de garantías. Algo que también deberá mostrar este verano, donde contará con una defensa de menor nivel a la colchonera, por lo que se le exigirá más de lo normal en cada partido.