El inicio de temporada del Atlético de Madrid ha encendido las alarmas en el Metropolitano tras sumar apenas dos puntos. El equipo de Simeone transmite dudas en la construcción de juego y también en la contundencia ofensiva. Justo en este contexto llega la Champions League, donde el primer examen será ante un rival temible.
El 17 de septiembre, el Atlético de Madrid debutará en Europa visitando Anfield, el estadio más intimidante de Inglaterra. Allí espera un Liverpool que acaba de batir un récord histórico con 500 millones invertidos en fichajes. El contraste entre la inercia rojiblanca y la ambición inglesa no puede ser más evidente en este inicio.
Un verano para la historia
La operación más mediática del verano fue el fichaje de Alexander Isak por 150 millones de euros. El sueco llega procedente del Newcastle tras un culebrón que lo convirtió en protagonista absoluto del mercado. Con contrato hasta 2031, el delantero se une a Salah y Gakpo para conformar un ataque deslumbrante.
Pero Isak solo es la punta del iceberg de un desembolso colosal realizado por el Liverpool. También ficharon a Florian Wirtz por 136 millones, a Ekitiké por 95 y a Kerkez por 47. Además, sumaron a Frimpong y al joven Leoni, redondeando la cifra récord de medio millar de euros.
Simeone deberá dar con la tecla ante del encuentro
En el Atlético de Madrid preocupa tener que medirse tan pronto a una plantilla tan reforzada y en forma. Los ingleses, campeones de la Premier, quieren trasladar su dominio nacional a la Champions con un proyecto sólido. Anfield se prepara para recibir a Simeone con una atmósfera de máxima presión y exigencia.
El choque representa mucho más que un partido de estreno para los colchoneros en la Champions League. Puede ser el punto de inflexión para recuperar confianza y silenciar críticas en un escenario legendario. Porque ni Barça ni Real Madrid: el gran enemigo del Atlético está vestido de rojo y espera en Inglaterra. La Champions comienza en uno de los estadios más míticos de Europa, donde los rojiblancos deberán mejorar mucho para poder puntuar.