Un escudo del Atlético de Madrid junto a un símbolo de advertencia con un fondo degradado azul y morado.

Revelan el fichaje frustrado del Atlético para reforzar la defensa: 'Si pagaban...'

Uno de los fichajes que Diego Pablo Simeone quiso para el Atlético se vino abajo por unas condiciones especiales

El mercado de fichajes siempre deja historias ocultas que salen a la luz con el paso del tiempo. Una de ellas tuvo como protagonista al Atlético de Madrid, que estuvo a punto de reforzar su defensa con un jugador de Osasuna. Todo surgió en plena negociación entre el Athletic Club y Jesús Areso, donde las dudas de Bilbao abrieron la puerta a los colchoneros.

El Athletic ya había alcanzado un acuerdo con el lateral navarro, pero pasó hasta tres semanas intentando convencer a Osasuna con una fórmula de pago que no convencía.  Querían abonar los 12 millones de la cláusula en cuatro plazos, tres millones por cada ventana de fichajes. La directiva rojilla rechazó esa propuesta, insistiendo en un pago inmediato y en efectivo.

Marc Pubill es el elegido
Marc Pubill fue el elegido | Europa Press

Fue entonces cuando apareció un giro inesperado, Braulio director deportivo de Osasuna, tomó la iniciativa y se puso en contacto con el Atlético de Madrid. Su mensaje fue claro: si el club rojiblanco se ponía de acuerdo con el jugador y colocaba 11,5 millones en cash sobre la mesa, vendían.  Jesús Areso podía tener muchas opciones de vestir de rojiblanco en el Metropolitano, aunque finalmente el que llego fue Marc Pubill.

El Atlético entró en escena

La propuesta cambió por completo el escenario. En cuestión de horas, los representantes de Areso comenzaron a negociar con el Atlético. El lateral diestro, aunque siempre había mostrado preferencia por el Athletic, estaba empezando a cansarse de la dilación de los bilbaínos y no veía con malos ojos la opción madrileña.

Jesus Areso
Areso eligió el Athletic | Europa Press

Durante varias horas, el fichaje pareció más que posible. Desde dentro de Osasuna incluso se llegó a pensar que el jugador acabaría cerrando su incorporación al Atlético. La oferta estaba bien definida, el pago era inmediato y no existía ninguna duda en la junta navarra: preferían esa vía antes que seguir soportando semanas de negociaciones estancadas con Ibaigane.

Pero la historia dio un vuelco, apenas cinco horas después de iniciarse las conversaciones con el Atlético, llegó una llamada desde Bilbao. El Athletic comunicaba que al día siguiente iba a depositar en LaLiga la cláusula completa: los 12 millones más IVA. De un plumazo, la operación quedó bloqueada y el fichaje se truncó para los colchoneros, y  Pubill llego al Atlético de Madrid.

Un fichaje frustrado para la defensa rojiblanca

El desenlace fue claro. El Athletic reaccionó tarde, pero lo suficiente para asegurarse el fichaje de Areso y evitar que recalara en el Atlético de Madrid. En Osasuna se insiste en que nunca quisieron utilizar a sus pares colchoneros como una arma de presión, sino que realmente estaban dispuestos a venderlo en esas condiciones.

El propio futbolista siempre tuvo como prioridad al Athletic, pero las dudas de Ibaigane y el cansancio del jugador a la hora de esperar le hicieron abrirse a la posibilidad colchonera. Durante unas horas, vestir de rojiblanco en el Metropolitano estuvo más cerca que nunca.

Este fichaje frustrado refleja lo imprevisible del mercado. Un simple movimiento de última hora puede cambiar por completo el destino de un futbolista. El Atlético, que buscaba reforzar su defensa, estuvo a un paso de cerrar una operación estratégica que se escapó en el último momento.