El posible fichaje de Johnny Cardoso por el Atlético de Madrid ha entrado en una fase delicada. Así lo ha explicado el periodista Rubén Uría en su canal de Twitch, donde ha desvelado los detalles que complican, por ahora, la operación.
Acuerdo con el jugador
Según Uría, ya existe un acuerdo verbal entre el jugador estadounidense y el Atlético. Sin embargo, el gran obstáculo sigue siendo el Real Betis, que no acepta las cifras que propone el club colchonero. El conjunto andaluz pide entre 35 y 40 millones de euros, un precio que en el Metropolitano consideran excesivo.

El Atlético de Madrid no está dispuesto a acercarse a esa cantidad. No solo porque no lo ven ajustado al mercado, sino porque hay otros objetivos prioritarios en la agenda de Carlos Bucero. Además, el club madrileño sabe que el Betis podría estar en una situación límite con el reloj en contra.
El Betis necesita ingresos
Y aquí entra la clave revelada por Rubén Uría: el Betis necesita ingresar dinero antes del 30 de junio para cuadrar sus cuentas. Esa urgencia económica puede ser determinante en las negociaciones por Cardoso, aunque el club sevillano también explora otras ventas para no verse obligado a malvender al centrocampista.
Según Uría, el problema para el Betis es que en caso de vender a Cardoso por una cantidad inferior a los 30 millones, la ganancia neta sería mínima. Esto se debe a compromisos anteriores en forma de porcentajes repartidos con terceros. Si lo venden por 25 millones, apenas sacarían rendimiento real.
Simeone lo quiere
El Atlético de Madrid lo sabe y juega con paciencia. Saben que el jugador quiere dar el salto, y que su perfil encaja perfectamente en la idea de Diego Pablo Simeone. Cardoso es físico, táctico y con gran recorrido, cualidades que el técnico argentino valora mucho en un mediocentro.

La operación, según Uría, "va para largo". Pero en el Atlético no tienen prisa. Las piezas ya están en su sitio: el jugador está de acuerdo, el club tiene interés y el Betis necesita vender. Ahora falta que el contexto económico termine de empujar el traspaso hacia la zona rojiblanca.