El Atlético de Madrid ya planifica sus movimientos para el mercado de verano, con un claro enfoque en rejuvenecer la plantilla y fortalecer su defensa. Mientras se espera la salida de Axel Witsel, cuyo futuro podría estar en la Major League Soccer, los colchoneros tienen en su punto de mira a Cristhian Mosquera. El joven central del Valencia que gusta en el club rojiblanco desde la pasada temporada y que sigue siendo un objetivo.
Mosquera, objetivo prioritario del Atlético de Madrid
El central de 20 años se ha consolidado como uno de los defensores con mayor proyección en LaLiga, despertando interés de grandes clubes, incluido el Atlético de Madrid. Según fuentes de Fichajes.net, el conjunto rojiblanco ha iniciado contactos informales con el entorno del jugador y con el Valencia, que atraviesa una delicada situación económica.
Con contrato hasta 2026, Mosquera podría salir por 25 millones de euros, cantidad que el Atlético estaría dispuesto a pagar para asegurar su incorporación. La llegada del defensor no solo aportaría frescura, también encajaría en los planes del club de rejuvenecer su zaga y garantizar la competitividad a largo plazo.
Witsel, camino a la MLS
En paralelo, el Atlético de Madrid se prepara para despedir a Axel Witsel, quien finaliza contrato en verano. Según Mundo Deportivo, tanto el jugador como el club consideran que este es el momento ideal para separar sus caminos. A sus 35 años, el belga podría probar suerte en la MLS, donde varios equipos estarían interesados en sumar a un jugador de su experiencia.
Witsel llegó al Atlético en 2022 y ha sido una pieza importante para Simeone, pero su protagonismo ha ido disminuyendo. En total, ha disputado 100 partidos oficiales con el club rojiblanco, dejando una huella importante en su paso por el Metropolitano.
Un cambio de era en la defensa colchonera
La posible llegada de Cristhian Mosquera se enmarca en la estrategia del Atlético de Madrid de renovar su defensa con talento joven y de proyección. Mientras tanto, la salida de Witsel sería una decisión pragmática que permitiría liberar masa salarial y abrir espacio para nuevas incorporaciones.
Con estos movimientos, el Atlético no solo asegura su presente, sino que también apuesta por un futuro competitivo, con jugadores capaces de mantener al equipo en la élite del fútbol europeo.