El brócoli es una de las verduras más nutritivas que puedes incluir en tu dieta. Rico en antioxidantes, vitaminas y minerales, aporta beneficios significativos para la salud. Sin embargo, muchas personas no saben cómo cocinarlo correctamente para aprovechar todo su potencial nutricional.
Aunque el brócoli es relativamente fácil de preparar, muchos cometen el error de hervirlo en exceso. Esto no solo afecta su textura, volviéndolo blando y poco apetitoso, sino que también elimina muchas de sus propiedades beneficiosas.
¿Cómo cocinar brócoli de manera adecuada?
El brócoli, una verdura crucífera, es una excelente fuente de vitaminas C, A y B, además de contener minerales como potasio, calcio y fósforo. Para mantener su sabor, textura y nutrientes, el método de cocción es clave. Aunque muchos optan por hervirlo, este proceso no siempre es el más efectivo.

Cuando cocinas el brócoli, el objetivo es que los ramilletes conserven su color verde oscuro y su crujiente textura. Si los dejas demasiado tiempo en el agua, perderán su vitalidad, volviéndose blandos y perdiendo el color vibrante. La clave está en no excederse con la cocción, ya que un par de minutos más pueden ser suficientes para arruinar sus beneficios.
Hervir o cocinar al vapor: ¿Cuál es la mejor opción?
Para hervir el brócoli, basta con sumergir los ramilletes en agua hirviendo ligeramente salada. El tiempo ideal de cocción es de 2 a 3 minutos, ya que este breve tiempo es suficiente para que el brócoli quede tierno pero crujiente, conservando su sabor y nutrientes. Tras cocinarlo, simplemente escúrrelo, sazónalo con un poco de mantequilla y pimienta negra, y estará listo para servir.
Si prefieres evitar el hervor, una excelente alternativa es cocinar el brócoli al vapor. Aunque lleva un poco más de tiempo, alrededor de 5 a 6 minutos, este método preserva sus nutrientes de manera eficaz. Solo tienes que colocar los ramilletes en una vaporera sobre una olla con agua hirviendo, el resultado será igualmente delicioso y saludable.

Asar brócoli: La mejor técnica para conservar sus propiedades
Aunque hervir y cocinar al vapor son opciones válidas, los expertos coinciden en que asar el brócoli es la mejor manera de conservar sus nutrientes. Asarlo resalta su dulzura natural y mejora su textura, convirtiéndolo en un acompañamiento perfecto para cualquier comida.
El proceso de asado es simple y rápido, debes precalentar el horno a 400 °F, corta el brócoli en ramilletes pequeños de unos 6 mm y rocíalos con aceite de oliva. Luego, sazónalos con sal y pimienta al gusto, y colócalos en una bandeja para hornear y asar durante 18 a 20 minutos hasta que estén tiernos y dorados. Un toque extra de jugo de limón puede realzar su sabor aún más, como sugieren los expertos en alimentación.
El asado, como indican los expertos de Express, no solo mejora el sabor del brócoli, sino que también ayuda a conservar mejor sus vitaminas. Este método es ideal para aquellos que buscan una forma sabrosa y saludable de disfrutar de esta verdura rica en nutrientes.