La Seguridad Social ejerce una labor fundamental en España. Muchos beneficiarios reciben unas prestaciones necesarias para vivir dignamente, siendo la pensión de jubilación una de las ayudas más conocidas. Sin embargo, el organismo también ofrece asistencia sanitaria a los trabajadores y al resto de asegurados.
En este sentido, los ciudadanos pueden tener dudas. Una de las más habituales está relacionada con los hijos, ya que al comenzar a trabajar obtienen el alta individual y abandonan la modalidad familiar. El perfil de la Atención a la Ciudadanía del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha publicado un mensaje en redes sociales al respecto.
Los hijos menores de 26 años pueden volver a ser beneficiarios
El mensaje recoge una situación donde un padre o una madre tienen un hijo menor de 26 años que dejó de ser beneficiario, pero ahora no trabaja. La cuenta dice lo siguiente: "Si continúa conviviendo contigo y a tu cargo puede volver a tener derecho a la asistencia sanitaria como beneficiario tuyo".
Por lo tanto, si un hijo menor de 26 años deja de trabajar y vive con sus padres, puede recuperar el derecho a la asistencia sanitaria como beneficiario de sus progenitores. Este trámite se puede hacer de forma presencial en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) o por internet.
El proceso para hacer la solicitud requiere unos pasos sencillos. Hay que entrar en la Sede Electrónica de la Seguridad Social o en el portal Tu Seguridad Social. Será necesario tener certificado digital, Cl@ve Pin o DNI electrónico, y seleccionar la opción 'Volver a incluir a un beneficiario anterior'.
Además, se puede comprobar el estado de la solicitud con la herramienta ‘Asistencia Sanitaria Pública: comprobación del derecho’. Cuando la resolución se complete, las personas implicadas serán notificadas debidamente. La Seguridad Social debe revisar todos los documentos antes de validar la petición.
La asistencia sanitaria es un derecho fundamental para que todas las personas tengan acceso a los servicios médicos y farmacéuticos. Por suerte, la Seguridad Social permite a los jóvenes que han perdido su primer empleo recuperar su condición de beneficiarios. A partir de los 26 años, esta norma desaparece.