Con el paso de los años y la imparable evolución tecnológica, los pagos en efectivo han sufrido una importante reducción. Cada vez más personas realizan compras utilizando la tarjeta de crédito o, incluso, optan por pagar con el teléfono móvil.
La comodidad y facilidad de efectuar un pago con tan solo acercar el smartphone al datáfono ha supuesto un antes y un después. Esta herramienta ya está asentada entre los más jóvenes y, poco a poco, está siendo adoptada por todo el mundo. Por eso, BBVA y CaixaBank han introducido novedades y cambios importantes en sus cajeros automáticos.
El gran cambio en los cajeros de CaixaBank y BBVA
Con el peso que ha adquirido el teléfono móvil en todos los ámbitos de la vida cotidiana, ambos bancos ya permiten sacar dinero del cajero con el smartphone. Los clientes pueden vincular sus tarjetas de crédito a sus dispositivos a través de las aplicaciones de BBVA y CaixaBank. Una vez esté todo configurado, solo necesitamos tener activado el NFC.
De esta forma, se puede retirar dinero colocando el dispositivo en el lector correspondiente. Esta herramienta ya está disponible en otras apps como la del TMB, que permite recargar el abono pasando la tarjeta por detrás del móvil.
La aplicación de BBVA y CaixaBank se puede descargar en Android y iOs, pero los clientes con iPhone deberán conectar su tarjeta de crédito a la wallet de Apple Pay. La metodología es muy sencilla, y solo que hay que acudir a un cajero que tenga 'contactless'. Al pasar el móvil por lector, se iniciará la sesión en unos segundos y la máquina funcionará igual que si hubieras introducido la tarjeta.
Es importante tener en cuenta que los clientes tienen límites de retirada. Los usuarios pueden sacar un máximo de 3.000 euros por operación, aunque Hacienda puede pedir explicaciones a partir de los 1.000 euros.
Estas novedades facilitan las operaciones y ahorran mucho tiempo. La tecnología avanza y el uso de teléfono móvil está provocando la renovación de muchos elementos convencionales para adaptarse a los nuevos tiempos. Todo hace indicar que, en una época no muy lejana, el dinero en efectivo y las tarjetas de crédito desaparecerán.
Si estas novedades de BBVA y CaixaBank funcionan, lo más probable es que el resto de bancos también las incorporen. La competencia es máxima y ninguno quiere quedarse atrás. La comodidad de los clientes es fundamental.