Logo EstoesAtleti.es
Logo EstoesAtleti.es
Logo Messenger
Logo Twitter
Un coche reposta gasolina en una estación de servicio, y a la derecha, un hombre con gesto pensativo y mano en la barbilla

¿Puede caducar la gasolina o el diésel en el depósito del coche?

No conviene dejar durante mucho tiempo el mismo combustible en el depósito por distintos motivos

Los conductores que utilizan su coche de manera ocasional, haciendo muy pocos kilómetros, se preguntan si la gasolina o diésel del depósito llega a caducar. También surgen dudas sobre la posibilidad de que el carburante pierda propiedades con el tiempo.

Son muchas las personas que apenas mueven sus vehículos. Pueden pasar semanas o incluso meses sin que arranquen el motor. Por lo tanto, los niveles de combustible no disminuirán y el depósito se mantendrá intacto.

Esto supone una buena noticia para nuestro bolsillo, en vista de lo altos que están los precios de la gasolina y el diésel. Pero sí que puede resentirse la calidad del combustible. Es cierto que no caduca, pero sí que perderá propiedades con el paso del tiempo, principalmente si no cuenta con demasiados aditivos.

El periodo máximo que debe estar el carburante en el depósito

Después de un largo tiempo en el depósito se producirá una oxidación de los hidrocarburos que forman el carburante. Pero esto también se da por el contacto con el oxígeno, la presencia de humedad, la luz o la temperatura del exterior.

Lo adecuado es que la gasolina o el diésel no se mantengan en el tanque del vehículo durante más de tres o seis meses. Algunas compañías elevan este periodo hasta el año debido a la presencia de aditivos, que le otorgarán una mayor resistencia.

¿Qué problemas puede provocar en el coche?

Mantener el coche con la misma gasolina o diésel durante un largo periodo de tiempo puede tener sus consecuencias en forma de problemas para el vehículo. Una vez que esos hidrocarburos se oxidan acaban produciendo compuestos insolubles, y estos residuos pueden originar una avería.

Hay varios componentes del automóvil que pueden verse perjudicados por esta oxidación y posterior acumulación de desechos. Es el caso del aforador, que se verá privado de cumplir su cometido de medir la cantidad de carburante al haber en el fondo estos restos.

El filtro también puede verse afectado, impidiendo la normal circulación de la gasolina, o la bomba de combustible. Esta última se ocupa de que el carburante llegue hasta el interior del motor. 

Por lo tanto, merece la pena prestar atención a estos pequeños detalles para evitar posibles contratiempos en el futuro. Tampoco conviene dejar el coche parado mucho tiempo para que no se estropee la batería y otros componentes.