El Seguro Social es una ayuda fundamental para millones de estadounidenses en su etapa de jubilación. Sin embargo, una parte importante de jubilados podría perder sus cheques en cualquier momento. Esta situación genera preocupación y obliga a examinar los requisitos y limitaciones actuales del sistema.
Millones dependen del Seguro Social como fuente principal de ingresos. Pero la Administración del Seguro Social (SSA) confirma que hay 2 millones de personas que no reciben prestaciones de jubilación. Esto incluye al 3 % de quienes tienen más de 60 años, afectando gravemente su estabilidad financiera.

Por qué millones de jubilados podrían quedarse sin beneficios
La principal razón es el estricto sistema de elegibilidad que impone la SSA. Para acceder a los beneficios, se requieren 40 créditos obtenidos tras al menos diez años de trabajo cubierto. En 2025, cada crédito equivale a $1,770 en ingresos, y se pueden obtener hasta cuatro créditos al año.
Muchos jubilados no cumplen con este mínimo debido a carreras cortas, empleos a tiempo parcial o trabajos que no están cubiertos por la Seguridad Social. Además, ciertos empleados federales, ferroviarios y algunos trabajadores estatales quedan excluidos porque no aportan al fondo común.

Factores inesperados como muertes prematuras también afectan la recepción de cheques. Quienes fallecen antes de los 62 años no pueden solicitar prestaciones, y los divorciados con matrimonios cortos o que se han vuelto a casar pueden perder derechos sobre beneficios del excónyuge. Además, los inmigrantes y no ciudadanos deben cumplir requisitos adicionales para acceder a estos pagos.
Fallos y retos del sistema actual
La SSA enfrenta fallos técnicos que agravan la situación. Recientemente, beneficiarios del Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI) experimentaron la desaparición temporal de sus pagos. Este error generó alarma, aunque se solucionó en menos de 24 horas, sin que la SSA ofreciera explicaciones.
Este incidente refleja la fragilidad del sistema para los más vulnerables. Senadores estadounidenses expresaron preocupación por la estabilidad del programa. Mientras tanto, millones de jubilados siguen sin acceso a prestaciones por las deficiencias estructurales del sistema.
El futuro del Seguro Social también está bajo evaluación, especialmente tras críticas y propuestas de cambios en la administración. Sin embargo, muchos jubilados ya enfrentan la realidad de perder estos ingresos esenciales sin posibilidad de recuperación.