Era una de esas uniones que parecía hecha para triunfar. Dos gigantes de la comida rápida, McDonald’s y Krispy Kreme, se aliaban con un objetivo ambicioso. Llevar las donas más famosas del país a los desayunos de millones de estadounidenses.
Desde el inicio, la idea generó expectativa. Los clientes imaginaban pedir su café matutino con una dona glaseada sin cambiar de restaurante. Todo parecía encaminado a convertirse en un nuevo éxito comercial.

Una apuesta de McDonald's que arrancó con fuerza
Todo comenzó con una fase piloto en 2023 en Kentucky. En ella se ofrecieron tres sabores clásicos: la dona glaseada original, otra cubierta con chispas de chocolate y una tercera con relleno de crema. El experimento se replicó luego en 160 establecimientos.
Tras el éxito inicial, el proyecto dio el salto. En marzo de 2025, Krispy Kreme anunció que ya se podían encontrar sus productos en más de 2.400 McDonald’s. Las zonas elegidas fueron Indiana y Kentucky, como parte de una primera gran expansión.

El objetivo era ambicioso: una implementación nacional en las ubicaciones participantes antes de finales de 2026. Pero tan solo dos meses después, surgieron los primeros obstáculos. Krispy Kreme reconocía públicamente que estaba revisando todo el plan.
El fin llega antes de lo previsto
En mayo de este mismo año, la cadena de donas anunció que no sumaría nuevas tiendas en el segundo trimestre. Según explicaron, no se estaba cumpliendo con las condiciones necesarias para una rentabilidad compartida, había que repensar el modelo. Finalmente, la noticia se confirmó, este 2 de julio se pondrá fin de manera oficial a la alianza y ambas empresas lo anunciaron en un comunicado oficial conjunto.
Desde McDonald’s, el tono fue respetuoso: “Nos entregaron un producto excelente y de alta calidad”, aseguró Alyssa Buetikofer, directora de Marketing. Pero añadió que la sostenibilidad del negocio era también una prioridad. Por su parte, el CEO de Krispy Kreme, Josh Charlesworth, explicó con claridad los motivos: “No pudimos adaptar nuestros costos a la demanda unitaria”, dijo.
Eso hizo que el acuerdo fuera inviable a largo plazo. La cadena de hamburguesas añadió que las donas representaban una parte no esencial de su menú. Su retirada no afectará de forma material al negocio de desayunos, aun así, para muchos clientes, se trata de una decepción.
Lo que parecía una colaboración ganadora se ha quedado por el camino. Ni expansión nacional, ni nuevas ciudades. Solo una pausa definitiva en una relación que parecía tenerlo todo para funcionar.