La decisión de cuándo comenzar a recibir los beneficios del Seguro Social es una de las más importantes en la vida financiera de una persona. Aunque la opción más temprana para empezar a cobrar es a los 62 años, los datos sugieren que esperar puede ser una mejor estrategia para el largo plazo.
Muchos estadounidenses optan por empezar a recibir sus beneficios lo antes posible, pero hay razones para pensarlo dos veces. Aunque la Administración del Seguro Social permite a los elegibles reclamar los beneficios desde los 62 años, hacerlo significa recibir un monto mensual reducido permanentemente. Este recorte puede llegar hasta un 30% de los beneficios completos que recibiría una persona en su “edad de jubilación completa” (FRA), que varía entre los 66 y 67 años.
¿Por qué esperar hasta los 70?
El hecho de esperar hasta los 70 años puede ser una de las decisiones más rentables para los jubilados. Según algunos estudios, la diferencia entre reclamar a los 62 años y esperar hasta los 70 es significativa, tanto en términos de pagos mensuales como en los beneficios a largo plazo.
Los estudios revelan que esperar a los 70 puede resultar en un aumento del 8% anual en los beneficios hasta esa edad. Esto significa que una persona que retrasa su solicitud puede ver un incremento de hasta un 24% en sus pagos mensuales en comparación con quienes reclaman a los 62 años. Para los ingresos más bajos, los beneficios pueden aumentar hasta un 27,4%.
Para muchas personas, especialmente aquellas que pueden esperar una vida más larga, retrasar la jubilación puede resultar en una cantidad considerable de dinero a lo largo de los próximos años. Según los datos, un hombre de 62 años que espera hasta los 70 podría recibir hasta $404.736 en beneficios vitalicios, frente a $362.880 si comienza a los 62. Para las mujeres, que suelen vivir más tiempo, la diferencia puede ser aún mayor, alcanzando hasta los $491.040 en comparación con $411.600 al empezar a los 62 años.
El punto de equilibrio, en el que los beneficios por retrasar la jubilación superan a los reclamos anticipados, se suele encontrar generalmente entre los 77 y 81 años. Para los jubilados que superan esa edad, esperar para solicitar los beneficios siempre resultará en una opción financieramente más beneficiosa.
Consideraciones que se deben tener en cuenta antes de tomar una decisión
Aunque los números favorecen a quienes esperan, esta decisión no debe tomarse a la ligera. Los expertos financieros recomiendan evaluar diversos factores antes de decidir cuándo comenzar a recibir los beneficios.
La esperanza de vida, el estado civil, los ahorros y las necesidades financieras son solo algunos de los elementos a considerar. Las parejas también pueden explorar estrategias para maximizar todos sus beneficios, como uno de los cónyuges solicitando los beneficios de manera anticipada y el otro retrasando la solicitud.