Desde hace años, Estados Unidos ofrece beneficios fiscales a quienes compran un coche eléctrico. Estos créditos ayudaron a impulsar la transición hacia una movilidad más limpia.
Pero esa realidad podría cambiar pronto. El Senado ha dado luz verde al nuevo proyecto de ley de Donald Trump, llamado “One Big Beautiful Bill”. Y el impacto sería enorme.

El plan de Trump contra los subsidios verdes
El proyecto de ley, aprobado con el voto decisivo del vicepresidente J.D. Vance, busca recortar varios gastos públicos. Entre ellos, se encuentra la eliminación de los incentivos para vehículos eléctricos.
Estos subsidios fueron establecidos en la Ley de Reducción de la Inflación. Incluyen $7,500 al comprar un coche eléctrico nuevo y $4,000 si se compra uno usado. Si la Cámara de Representantes también aprueba la medida, ambos desaparecerán el 30 de septiembre de 2025.

Es una decisión que ha generado preocupación. Expertos del MIT y la Universidad de Michigan insisten en que estos créditos han sido claves para reducir emisiones. No solo hacen que los coches eléctricos sean más accesibles, sino que también ayudan a combatir el cambio climático.
¿Qué perderán los consumidores?
Los precios de los vehículos eléctricos han bajado en los últimos años. Aun así, siguen siendo más caros que los de gasolina. En mayo de 2025, un coche eléctrico nuevo costaba en promedio $57,700, mientras que uno de gasolina rondaba los $48,100.
Incluso los usados muestran diferencias: $36,000 frente a $34,000, por eso, los subsidios son esenciales para que más personas puedan optar por alternativas limpias. Investigadores de Michigan aseguran que sin esos créditos, será más difícil que los vehículos eléctricos se vuelvan competitivos. Eso retrasaría su adopción masiva y sus beneficios ambientales.
¿Y el planeta?
El transporte es el sector que más contamina en EE.UU., responsable del 28% de las emisiones según la EPA. Reducir su impacto es clave para cumplir los objetivos climáticos del país, los vehículos eléctricos no emiten gases de escape. Aunque su fabricación y recarga también generan emisiones, estudios del MIT concluyen que siguen siendo “claramente mejores para el clima”.
Por eso se crearon estos incentivos. No se trataba solo de vender más coches, sino de transformar el modelo energético y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Se acaba el tiempo
Según Ingrid Malmgren, experta en movilidad eléctrica, este será “el verano del coche eléctrico”. Muchos intentarán comprar antes de que desaparezcan los subsidios. Su consejo es claro: aprovechar el crédito fiscal en el momento de la compra, no al presentar impuestos.
El beneficio puede marcar la diferencia, el futuro de los coches eléctricos en EE.UU. está en juego. La Big Beautiful Bill quiere dar marcha atrás a años de avances y si se aprueba, lo hará a partir del 30 de septiembre de este año 2025.