La peseta fue, hasta el año 2002, la moneda que utilizaban los españoles en sus transacciones diarias. A pesar de que han transcurrido más de 20 años desde la entrada del euro, todavía hay muchas personas que piensan en 'duros'.
El legado de las pesetas es enorme no solo a nivel emocional, sino también físico. Los cajones y huchas de muchos hogares seguro que todavía guardan billetes y monedas. Algunas de ellas pueden alcanzar un enorme valor, y los seguidores de la numismática están muy atentos.
Una de las particularidades de la peseta es la diversidad de valor. Cada ejemplar cuenta una historia única, y su rareza, singularidad o presencia de errores de acuñación o en la leyenda pueden elevar su precio. Algunas están codiciadas por coleccionistas de todo el mundo, y las casas de subastas pueden ofrecer grandes cantidades de dinero.
La moneda con el rostro de Francisco Franco que puede valer hasta 36.000 euros
La peseta estuvo presente durante todo el siglo XX y, lógicamente, ese período incluye la dictadura franquista (1939-1975). Y el rostro de Francisco Franco se encuentra en alguna de las monedas. Un ejemplar de 5 pesetas diseñado en 1949 puede subastarse por un precio que oscila entre los 12.000 y los 36.000 euros.
En ese sentido, también podemos encontrar la 'peseta Benlliure' de 1946, por la que se ha llegado a pagar hasta 7.600 euros. Su alto valor reside en el busto de la moneda, que es poco habitual, y en la poca presencia de ejemplares en el mercado.
Asimismo, el valor de estas monedas se puede evaluar por un rasgo distintivo. Está relacionado con los números en las dos estrellas de la cruz de la moneda, al lado de la palabra 'cinco'.
Si los números son 49 u 50 y el estado de conservación es bueno, el valor podría ser alrededor de 20 euros. Sin embargo, si los números son 51 o 52, el precio puede crecer hasta los 36.000 euros.
Además, la rareza es un factor determinante en el mundo de la numismática, y las monedas fabricadas en níquel con la cifra 52 visible están muy buscadas. La moneda de 2,5 pesetas también está muy codiciada, y puede alcanzar los 2.000 euros en el mercado de coleccionistas.
En resumen, las pesetas no son simples objetos, sino que las monedas esconden tesoros, historias y evocan recuerdos y tiempos pasados. La llegada del euro supuso un antes y un después, pero el valor de los 'duros' con el paso del tiempo puede ser conmovedor.