Muchas las mujeres que a menudo piensan que tienen celulitis y se machacan en el gimnasio haciendo ejercicio para eliminarla. Sin embargo, lo que ocurre en muchas ocasiones es que comiendo sano y haciendo ejercicio no se va.
Esto sucede porque con los buenos hábitos, la celulitis sí se ve reducida, aunque en muchas ocasiones la confundimos con lipedema y por este motivo no se nota ninguna mejoría.
Motivos por lo que aparece el lipedema
Esta condición médica crónica se caracteriza por una acumulación anormal de grasa, principalmente en las piernas y los glúteos. Los factores que contribuyen a su desarrollo son los siguientes:
- La genética: si existen antecedentes familiares de lipedema, las posibilidades de desarrollar esta condición claramente son superiores.
- Hormonas: el lipedema afecta principalmente a las mujeres, por lo que se cree que las hormonas pueden desempeñar un papel en su desarrollo. El embarazo, la pubertad o la menopausia puede influir en la aparición o progresión del lipedema.
- Cambios metabólicos: Se ha propuesto que los cambios metabólicos en el tejido adiposo podrían contribuir al desarrollo del lipedema. Esto incluye la posibilidad de que las células grasas en las áreas afectadas sean más propensas a la acumulación y retención de grasa.
- Factores circulatorios: los problemas en el sistema linfático y circulatorio podrían estar relacionados con el lipedema. Las alteraciones en el flujo sanguíneo y linfático podrían contribuir a la acumulación de grasa en ciertas áreas del cuerpo.
Cómo tratar el lipedema
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el diagnóstico del lipedema es complicado por su similitud con la celulitis. Sin embargo, una vez que un profesional nos confirme que lo que sufrimos es un lipedema, tenemos varias opciones para poder tratarlo.
La clave principal está en cambiar nuestros hábitos, como son evitar medicaciones hormonales, controlar el sobrepeso y evitar comer grandes cantidades hidratos de carbono y grasas.
Además de esto, existen dos tratamientos que son las lipoaspiraciones y dermolipectomías, procedimientos que buscan eliminar los cúmulos grasos y mejorar la calidad de vida de las personas que lo sufren.
Las lipoaspiraciones consisten en el modelamiento de depósitos localizados de tejido adiposo (grasa) del contorno corporal, y la dermolipectomía consiste en una operación para corregir el exceso de grasa y piel de cualquier zona del cuerpo. Dependiente del paciente le irá mejor uno u otro tratamiento.