Algo más de diez años atrás, en el Reino Unido se prohibió la caza del zorro. Hace unos meses volvió a ser tema de estado, pero con el Brexit entre manos el asunto de los raposos se quedó en el aire. Normal. Lo primero es lo primero. El caso es que al Leiceister le conocen como los foxes, zorros en inglés, y sabiendo como son los británicos, en el Atleti debieron de pensar que lo mejor era cazar a la pieza en España. No vaya a ser. Quizá por eso salió como salió el Atlético al césped del Calderón. La mordiente de los rojiblancos durante los primeros quince minutos era impropia incluso para los tiempos del Cholismo.
Al cuarto de hora el Atlético de Madrid había disparado media docena de veces contra la portería de Schmeichel, una de ellas, de Koke desde fuera del área, al palo. Los foxes, dicho quede, estaban cómodos. Su plan pasaba por aguantar y pillar una a la contra. Con lo que no contaban era que fuera el Atlético el que les cogiera desvestidos al contragolpe. A decir verdad fue Griezmann el que les pilló con la ropa tendida. El francés se pegó una carrera de costa a costa que acabó en penalti. Era fuera, pero lo pitó dentro. El delantero no dudó, engañó al meta rival y marcó. Oh, la, lá, Antoine Griezmann. Y ya son cinco goles en esta Champions para la estrella rojiblanca.
Al tanto le siguieron varias acciones de peligro, pero faltó acierto. Y un punta. Torres ha perdido la forma que cogió antes de lo de Riazor y el Atlético necesita un delantero goleador. Con Gameiro fuera de combate, el Cholo, tras ver como en la segunda mitad el Niño se escurría solo ante el portero, metió a Correa en el lugar de Carrasco. La baza ofensiva del banquillo. El Leicester estaba en la jaula, pero seguía vivo. Con el argentino el Atlético ganó en toque y conducción e intención, pero perdió ayudas defensivas por lo que Simeone metió a Thomas por Torres. El gol de ventaja era importante, no encajar más aún.
Y eso que el Leicester no varió su plan ni un ápice. Una derrota por la mínima entraba en sus planes. Shakespeare no varió su idea. Hombre por hombre y a seguir. El paso de los minutos fue dando calma al Atlético, que se protegía con el balón mientras buscaba su oportunidad. En esas Huth, que estaba apercibido, vio amarilla y no jugará la vuelta. Vardy, la gran amenaza fox dejó su sitio a Slimani antes de que el colegiado sueco le mostrase la cartulina que merecía desde la primera mitad y le dejaría sin vuelta. Estará en el King Power.
Al trantrán, tocando, moviendo el balón el Atlético buscaba el segundo, pero cuando un toque de más, cuando un pase al jugador que no aparece el gol se mostraba esquivo. Y así se llegó al final. Con los foxes enjaulados, pero no cazados. La sensación de que el 1-0 es bueno, pero corto. Y que tocará sufrir en las Midlands. Por cierto, el Atlético volvió a ganar en binario, ¿cómo sino?