Uno de los males del fútbol moderno que tanto denunciamos desde este espacio es que cada vez sea más difícil para el aficionado de clase media acudir a su estadio a animar a su equipo. Horarios intempestivos, precio de las entradas abusivo, dificultades para viajar y seguir a tu equipo como visitante o estadios anticuados son algunas de las razones por las que cada vez es más habitual ver cemento, en lugar de público en los partidos de ligas con gran seguimiento como la española o la italiana.
En los últimos años, y a pesar de la crisis en la que está inmersa toda Europa, las entradas y abonos de los clubes no han parado de subir en las competiciones europeas. Además, si sumamos que los precios de los tickets para las aficiones visitantes en algunas ocasiones rozan el ridículo, podemos empezar a entender el porqué del éxodo de las gradas. Sin embargo, existe una excepción, la Bundesliga.
En Alemania sí piensan en el aficionado.
La ‘bancarrota’ de la empresa que gestionaba los derechos televisivos del fútbol alemán en 2002 hizo cambiar el modelo de explotación del fútbol bávaro radicalmente. Primero impidiendo que empresas externas pudieran hacerse cargo de los equipos sin ningún control. Para esto se creó la regla del 50+1. Esta regla establece que los socios de un club deben tener como mínimo el 51 % de su propiedad, impidiendo a grandes empresarios utilizar la institución como juguete o negocio personal. Esta decisión explica en gran medida todas las demás.
Se apostó por renovar la competición íntegramente con reformas profundas en estadios, con descuentos para incentivar los viajes de las aficiones (el equipo que actúa como local debe reservar un 10% de su aforo e incluso se ofrecen viajes gratuitos para moverse de ciudad) o con establecer horarios razonables que beneficien al aficionado que va al campo y no al que se queda en casa o en el bar.
Pero sin duda el punto donde hay que hacer más hincapié es en el precio de las entradas. Mientras equipos de media-baja tabla en España fijan el precio de sus entradas (en un partido contra un rival similar) sobre los 35-40€, el Werder Bremen vende billetes al público general por 11 euros o el Borussia Mönchengladbach, llega a ofrecer tickets con descuentos que llegan a los 6. También es de alabar que conjuntos que disputan competiciones europeas no inflen el importe de los billetes, pudiendo encontrar por solo 15€ un Bayern Leverkusen – FC Barcelona de Champions League.
Otras recetas que han llevado al lleno de los estadios son los descuentos: para niños, para grupos, jubilados o entradas económicas en los fondos de animación de pie. Esto ha hecho posible que la Bundesliga sea la liga que mayor crecimiento ha experimentado en asistencia media en los últimos 12 años.
Muchas ligas deberían aprender del campeonato alemán en cuanto a trato del aficionado en un fútbol moderno, donde cada vez priman más los seguidores de países exóticos que el fiel socio que va todos los fines de semana a seguir a su equipo.