Este lunes hace dos meses desde que Dani Alves entró en el Centro Penitenciario Brians 2 acusado de una presunta violación a una joven de 23 años. El exazulgrana ingresó en la cárcel de Sant Esteve Sesrovires, en Barcelona, de forma preventiva debido a la alta posibilidad de fuga del país. Sin embargo, después de sesenta días como interno, el brasileño parece haberse adaptado plenamente a la vida de recluso.
Tanto es así que ha empezado a desarrollar una tarea importante en lo que se refiere a las horas de recreo de los reclusos. Según ha publicado la web Servimedia, el defensa culé se entretiene organizando partidos de fútbol con el resto de presos. Tampoco niega un autógrafo a nadie.
Alves se ha adaptado correctamente a las rutinas penitenciarias
Según confirmó su actual abogada, Miraida Puentes, el futbolista está muy integrado entre sus compañeros de cárcel. Por otra parte, desmintió una supuesta huelga de hambre que habría hecho como protesta contra su condición de encarcelado. Así pues, todo parece indicar que el futbolista se ha adaptado correctamente al funcionamiento del centro penitenciario.
Y es que no sólo organiza estos partidos, también participa. Según las mismas fuentes, el defensa ha marcado un total de dos goles durante el amistoso que organizó este viernes, 17 de marzo, junto a sus compañeros de Can Brians. La abogada, que tiene una visita semanal con él, aseguró que el brasileño se encuentra tranquilo durante su reclusión.
También le ha comentado que está muy agradecido al resto de reclusos por haberle acogido tan bien. Su gratitud le ha llevado a no negarse a firmar un solo autógrafo, y los presos han empezado a pedir más ropa deportiva para poder participar en los partidos que organiza Alves.
Dos meses entre rejas
El ex del Barça entró en prisión hace apenas dos meses. El pasado 20 de enero, ingresó en el centro penitenciario de Brians 1, después de que una joven de 23 años le denunciara por haberla agredido sexualmente en los lavabos de la zona VIP de la discoteca Sutton de la ciudad condal, la madrugada del 31 de diciembre. Tras declarar hasta en tres ocasiones, Alves fue condenado a prisión provisional, comunicada y sin fianza.
La letrada del ex del Barça sin embargo, recurrió esta sentencia, tanto la acusación particular como la Fiscalía, se opusieron y el tribunal decidió no concederle la libertad provisional. De esta forma, Dani Alves deberá continuar entre rejas mientras dure su juicio. En caso de que finalmente fuera condenado por el delito de agresión sexual, el jugador podría enfrentarse a una pena de hasta doce años de cárcel.