Montaje de Deco junto a un tablero de ajedrez

Deco llega al Barça con una misión suicida: Traicionar a uno de los suyos

Tiene una faena realmente complicada

Deco es una de las grandes leyendas que ha pasado por el Camp Nou durante las últimas décadas. El portugués ha conseguido labrarse un nombre propio, y ahora, a falta de hacer oficial, sustituirá a Mateu Alemany, eso sí, a cambio de una tarea que puede considerarse una traición.

Como todos ya saben, el excentrocampista blaugrana es uno de los agentes de fútbol más conocidos en la actualidad, y representa casualmente al futbolista del Barça que más papeleas tiene para salir.

Claramente hablamos de Raphinha, por el que varios equipos de la Premier League dan una razonable cantidad de dinero. Deco, pese a representar al extremo, va a tener que mirar por el club, aunque eso conlleve consecuencias.

Deco, entre la espada y la pared

Pese a las múltiples declaraciones en las que Raphinha aseguraba que quería quedarse, la realidad es otra. Laporta necesita dinero para sanear las cuentas y permitirse algún que otro fichaje de cara al año que viene.

En cuestión de rendimiento esperado y valor actual, el extremo tiene todas las de salir. Llegó del Leeds por 55 millones, y ahora Newcastle y Chelsea ofrecen 80 millones. Una operación muy positiva para el club.

Plano medio de Raphinha mirando con rostro serio
Deco va a tener que vender a Raphinha tarde o temprano | Europa Press

Deco, que pasará a ser director de fútbol de la entidad, salvo sorpresa mayúscula, tendrá que vender a Raphinha, jugador al que representa en su agencia. Cree que es la mejor solución para ambos, ya que el brasileño también vería una mejora en su salario siempre y cuando ponga rumbo a Inglaterra.

Asimismo, la primera faena del portugués no acaba aquí. Una vez se logre vender a Raphinha, la directiva le habría pedido expresamente que intente la incorporación de Vitor Roque. Una de las mayores promesas que tiene Brasil actualmente.

Si la situación económica del club fuera diferente, no se verían en la obligación de vender a uno de sus mejores jugadores, pero Deco debe entender que lo primordial es sanear las cuentas. Aunque eso conlleve sacrificios, como el de Raphinha. Pese a no querer irse, va a tener que hacerlo.