Koke jugando contra el Levante

Un empate para evitar un mal mayor

Consciente de que necesitaba los tres puntos el Atlético de Madrid salió dispuesto a encaminar el encuentro en esa dirección

El empate del Valencia en el Bernabéu obligaba a los colchoneros a ganar en el Ciutat de Valencia y aunque lo intentaron, no pudieron. Al final lograron un empate que les acerca otro poco al objetivo, pero que deja dudas. Los síntomas de agotamiento son importantes.

Consciente de que necesitaba los tres puntos el Atlético de Madrid salió dispuesto a encaminar el encuentro en esa dirección y durante los diez primeros minutos estuvo cerca de lograrlo cuando Mandzukic conectó un cabezazo en plancha que salvó Mariño. Tras ese arreón inicial las fuerzas se igualaron, el Atleti bajó un punto su intensidad y el Levante se consolidó en defensa. A pesar de que los de Simeone tenían el balón y lo circulaban con cierto sentido, el equipo local estaba cómodo ante la nula capacidad de cara al gol de los rojiblancos. El Atlético llegaba con cierta facilidad a la línea de fondo, pero una vez allí sus centros no encontraban rematador y cuando lo hacían, ni Griezmann ni Mandzukic estuvieron acertados.

Los minutos pasaban entre idas y venidas y acciones intrascendentes hasta que a la media hora el encuentro cogió velocidad. Primero, Vyntra agarró a Manduzkic cuando se disponía a rematar dentro del área, después el árbitro lo ignoró cumpliendo así con el ya tradición trámite de esquilmar un penalti a los colchoneros. Acto después el Levante marcó. Un centro hacia ninguna parte fue hecho bueno por Miranda (mal todo el encuentro), quién sin contrarios cerca, la peinó hacia atrás dejando la pelota en los pies de Iván López, que puso el pase de la muerte para que Barral, con Oblak batido y sin oposición, anotase el primer tanto.

El gol tocó en el orgullo de los colchoneros que se lanzaron a por el empate. Con más casta que ideas y con más verticalidad que juego, el Atleti se plantó en la portería de Mariño hasta que tres minutos después logró lo que buscaba. Una jugada trabada en el área acabó con el balón en los pies de Tiago que profundizó y centró al área pequeña a la posición del nueve, allí donde se esperaba a Mandzukic apareció Siqueira que la empalmó con la izquierda logrando el empate. Con tablas se llegaría al intermedio.

Mandzukic corriendo con el balón
La falta de lucidez de cara al gol se hizo patente en Mandzukic | GTRES

Tras el descanso el partido siguió una dinámica parecida a como había terminado el primer tiempo. El Atleti lo intentaba, llega con asiduidad hasta la línea de fondo, pero una vez allí se adentraba en el reino de la oscuridad. Por su parte, el Levante, encantado como estaba de que los colchoneros se quedaran a oscuras en cuanto veían a Mariño de cerca, decidió seguir con su plan. Esperar atrás y buscar sus opciones a la contra. La falta de lucidez de cara al gol se hizo patente en Mandzukic. Tras quince partidos sin marcar el croata parecía dispuesto a cerrar esa nefasta racha, pero no hubo manera. Hasta en cuatro ocasiones el delantero erró sus opciones de gol. Y claro, el Cholo le cambió por Torres a la hora de partido.

Entonces llegó el gol del Levante. Una falta lateral se envenenó tras golpear en Griezmann, el balón se paseó por el área pequeña donde apareció Uche que necesito dos intentonas para doblegar a Oblak que le había sacado la primera. Todo esto, ante la atenta mirada de un pasivo Giménez.

Si al primer gol levantinista le siguió un ataque de raza del Atleti, al segundo le siguieron las dudas. El Cholo intentó resolverlo con las entradas de Saúl, primero y Raúl García después en el lugar de Tiago y Gabi. Los minutos pasaban, las ocasiones no llegaban y las sensaciones eran pésimas. La bajada de brazos era evidente. Hasta que llegó un córner. Koke la puso al primer palo donde apareció Torres para rematar a gol y dar el empate a los suyos. Los rojiblancos lo cantaron, los levantinistas lo sufrieron, pero pocos dieron crédito. Cuando el Atleti parecía hundido apareció el Niño. Todo un déjà vu.

El gol dio alas al Atleti que intentó la remontada y tuvo una buena oportunidad para ello en un tiro de Saúl que sacó Mariño. Viendo a su equipo fundido, Alcaráz decidió hacer cambios para enfriar el encuentro. Y lo consiguió. Con las sustituciones el partido se consumió para desesperación de los colchoneros que ven como las jornadas pasan y no terminan de agarrar la tercera plaza. Necesitan tres puntos más.