Hablar del Erandio es hablar de una entidad con solera dentro y fuera de Bizkaia. Y es que el club albiazul es uno de los pocos en la provincia cuyo nombre ha llegado a figurar en la selecta lista de campeones en el Estado español, si bien es cierto que sus mejores épocas quedaron atrás en el tiempo, en los años 30 y 40, y que pocas personas quedan ya que los recuerden con nitidez.
Y si su palmarés deportivo es envidiable, no lo es menos la lista de jugadores que, partiendo de sus filas, llegaron a actuar en Primera División. El Athletic Club puede dar buena fe de ello: Juanín, Ipiña, Pitxi Garizurieta, Arqueta, Zarra, Venancio, José Luis Garay, José Luis Bilbao Bala Negra, Higinio Ortúzar, Alejandro Bilbao y Sertutxa defendieron la elástica rojiblanca en diferentes etapas. Otros jugadores, como Juan Ramón y Basauri (Valencia), Terín Álvarez (Rácing), Lorenzo Fernández Learra "Lorín" (Rácing y en un equipo francés de 1ª división), J.L.Pérez Tokilla (Oviedo y Deportivo), Pedro María Herrera (Salamanca, Celta y Zaragoza), Toni Gorriaran (Oviedo y Alavés) y Savin Bilbao (Deportivo de la Coruña) forman también parte de la inestimable aportación del Erandio a la élite del fútbol.
Hoy en día, la entidad erandiotarra, enclavada en las categorías regionales vizcaínas, continúa su andadura con la misma ilusión que lo hicieron los que crearon la leyenda allá por 1913, cuando un grupo de jóvenes formó un equipo que, con posterioridad, no solo participaría en el campeonato organizado por la Federación Infantil Bilbaína, sino que, además, lo conquistaría con autoridad. La ilusión por crear un club federado fue in crescendo y, mediante la aportación de jugadores procedentes de los equipos de barrio "Aurrera" y "Ya Veremos", en 1915 nació oficialmente la Sociedad Deportiva Erandio Club.
En sus primeros pasos, la recién creada entidad disputó sus partidos en Lamiako. Sin embargo, una serie de problemas obligó al cierre del histórico campo. La directiva encabezada por Basilio de Lores, primer presidente de la entidad albiazul, solicitó de Laureano Jado los terrenos de su propiedad denominados El Machaqueo, ubicados al lado de la Ría junto a la carretera Bilbao-Las Arenas. Estas gestiones iban encaminadas a conseguir un feudo particular para el club y dieron su fruto en 1918, año en que surge el campo de Ategorri. Hasta entonces, Athletic Club y Deusto cedieron desinteresadamente sus campos al Erandio.
En 1921,y tras el beneplácito de Laureano Jado para tapiar el recinto, nació definitivamente el viejo Ategorri. Entretanto, el equipo fue completando una serie de temporadas irregulares.
Los “felices treinta”
En 1930, el Erandio se proclamó campeón de la serie B y a partir de aquí se suceden los triunfos. Los erandiotarras se especializaron en el Campeonato Vizcaíno de Aficionados, hasta el punto de convertirse en el club de la provincia que más veces lo ha ganado (entre 1931 y 1935, 1942 y 1944, la temporada 1972-1973 y entre 1974 y 1979). Un total de catorce entorchados, a los que hay que añadir dos Copas de Bizkaia.
Por orden cronológico, en 1932, el Erandio quedó subcampeón de España amateur al caer en Chamartín ante el Imperio (3-0). Sin embargo, al año siguiente se tomó la revancha y se adjudicó el que, quizás, es el título más importante de toda su historia: el denominado Campeonato Nacional de Aficionados, conquistado tras derrotar al Sevilla en Montjuic por 1-0. Fueron momentos de auténtica gloria para la entidad, qué duda cabe. Pero la guerra, como ocurrió con tantos otros clubes, se encargó de truncar la histórica racha victoriosa.
Zarra, Venancio... y a Segunda
La reconstrucción del club tras la guerra atrajo hasta Erandio a muchos jóvenes jugadores surgidos del anonimato, aunque algunos de ellos alcanzarían la fama en muy poco tiempo. En la temporada 1939-1940, el Erandio fichó gratis a un jovencito de 18 años, que algunos señalan, procedía de Mungia, aunque lo cierto es que vino de un modesto equipo del barrio erandiotarra de Asua y que respondía al nombre de Pedro Telmo Zarraonaindia. Sus sensacionales actuaciones en el puesto de ariete llamaron pronto la atención de un Athletic Club, inmerso también en la recomposición de su diezmada plantilla y, tras unas rápidas negociaciones, Telmo Zarra llegó al club que le dio fama y prestigio en todo el orbe.
Entretanto, la vida siguió para el Erandio, que en 1944 se proclamó campeón de Tercera División con un equipo en el que ya se alineaba Venancio Pérez, quien pronto daría también el salto al Athletic Club. Tras una serie de campañas en las que rozó con la punta de los dedos la gesta deportiva, esta se materializó en 1949: el ascenso a Segunda División. Por tanto, la temporada 1949 -1950 supuso la única en la historia del Erandio en militar en la denominada división de plata.
Si bien desde el punto de vista deportivo aquella fue una campaña memorable (compartió categoría con equipos de la talla del Zaragoza, Osasuna y Spórting de Gijón), y a pesar del descenso final, 1949 fue el año en que la Sociedad se quedó sin campo, viéndose obligado el equipo a emprender un largo peregrinaje por otros terrenos de juego como lbaiondo, Leorbaso, Lasesarre, San Ignacio, Garellano y Etxebarri. De nuevo en Tercera División, la rueda del tiempo tuvo que desgranar dos décadas para poder presenciar un nuevo ascenso del Erandio.
En la Temporada 1956-57 el equipo juvenil “ Txoriherri-Frimotor “, equipo base del Erandio quedó campeón de Vizcaya y en la misma, fue subcampeón de España, perdiendo contra el Murcia., en Barcelona por 6 - 1. En el año 1965 bajo el mandato de José Mª Fruniz se celebran las Bodas de Oro del Erandio jugando contra el Athletic en el campo de San Mamés.
En el año 1969 y hasta 1972 la “S.D. Erandio Club” milita en la Categoría Regional Preferente, subiendo este último año a Tercera División. Obtiene el Campeonato de la Regional Preferente en la Temporada 1971-72 y 77-78 .
A Segunda B
En la temporada 1980 -1981, el Erandio alcanzó el punto más alto de su historia deportiva reciente al lograr el ascenso a Segunda B, después de proclamarse campeón de Tercera División y superar en la promoción al equipo jijenense del Martos y al leonés de la Ponferradina. Fue aquella una de las campañas más gloriosas del club, tanto por juego como por plantilla, siendo su entrenador el santurtziarra Blas Ziarreta, toda una institución dentro del fútbol en Bizkaia y que, en la actualidad, ocupa el banquillo del Eibar, en Segunda A.
El séptimo puesto logrado en la temporada de su debut (1981-1982) marcó su mejor clasificación en la nueva categoría. La ilusión inicial dio paso a la cruda realidad: el contraste presupuestario fue mermando las posibilidades de permanencia de un equipo cuya primera parte del declive deportivo culminó con el descenso a Tercera, acaecido en la temporada 1984-1985.
Encarando el futuro
La inestabilidad se apoderó de un Erandio que combinó alegrías y desengaños. Entre 1985 y 1988 militó en Tercera, entre 1988 y 1992 en Preferente, regresando de nuevo a Tercera para, desde 1994, permanecer en Preferente.
En el año 1990, y con Luis Maria Zuazo como Presidente, celebró su 75 aniversario del club de forma federativa, dado que, como se ha indicado, el Club se fundó en el año 1913, año en que también se fundó la Federación Vizcaína de Fútbol.
Durante las últimas campañas estuvo cerca del ascenso, objetivo único y prioritario, pero la terrible exigencia de esa dura categoría dio al traste, una tras otra, con todas y cada una de las generosas acometidas del bravo conjunto erandiotarra.
En la actualidad, la entidad albiazul está presidida por Luis Man Elustondo que reemplazó a Crisanto Zuazo Uriarte, socio número 16, un hombre perteneciente a una familia con especial arraigo hacia el Erandio. El antecesor en el cargo fue su hermano Luis María, que permaneció un lustro en la presidencia tras haber ocupado otros cargos como el de secretario y directivo durante 35 años.
Unos frenos muy especiales
La dilatada historia del Erandio ha dado cabida a múltiples anécdotas. Pero es probable que la más chocante de todas ellas se produjera durante el transcurso de la temporada 1949-1950, la única en la que el club albiazul ha participado en Segunda División.
En el viaje de vuelta desde Tárrega, a donde había acudido a disputar un partido liguero contra el Badalona, el autobús oficial del Erandio, propiedad de un tal Cuevas, sufrió una avería en su sistema de frenado. Ante la alarma general, el conductor del vehículo optó por recurrir al “frenado de emergencia”, que no fue otro que colisionar contra un árbol. Afortunadamente, ningún pasajero resultó herido.
Presidentes
Sería injusto omitir la gran labor de los abnegados presidentes y directivos que en diferentes épocas, siempre difíciles, supieron llevar a buen puerto y mantener vivo al Erandio. Desde Basilio de Lores (1915) y, quizá con alguna omisión involuntaria, ostentaron el cargo de presidente Ramiro Cruza, Ignacio Sasieta, Saturnino Martín, A. Ballarín, Damián Zabaleta (presidente honorífico), Humberto de Gezuraga, Tomás Ramsden, Amando Madariaga, Sotero Madariaga, Doroteo Idoate, Francisco Bárcena, José María Fruniz, José Luis Ayarza, José María Mesa, Imanol Azkarate, lñaki Goiburu, M. García Iturbe, Santiago Gorroño, Jesús Egaña, Volney Alonso, lñaki Ansoleaga, Luis María Zuazo, Crisanto Zuazo, Luis María Elustondo e Iñaki Orbea Sanz.
Asimismo es necesario destacar la permanencia como capellán del club de un gran erandiotarra, el sacerdote Félix Aretxaga Bustinza, quien, de forma ininterrumpida y desde su fecha de ordenación (1956), ostenta con sumo agrado y orgullo dicho cargo, desde hace ya casi medio siglo.