«¿El club donde tengo contrato y su ciudad? No los conozco. Quizás, algún día». Surrealistas palabras pronunciadas por Juan Carlos Pérez López, más conocido como Juankar como pone en su camiseta. Realmente estas palabras son el reflejo de la cruda realidad de un fútbol monopolizado por la especulación, un lugar donde los fondos de inversión privados continúan moviéndose con toda libertad y controlan los derechos económicos de los futbolistas.
En realidad habría una circular de la FIFA, número 1464, que pondría fin a estas prácticas prohibidas. El acuerdo contractual al que Juankar está sujeto se remonta a la época anterior al establecimiento de la FIFA 1464, y por lo tanto tuvo una plaza de moratoria para que los contratos de TPO existentes se modificaran. En realidad todo esto fue un movimiento simbólico pues siguen existiendo y por el jugador español ha cedido revelar su difícil situación personal para que se haga público este problema. ¿Quién sabe cuántos otros jugadores de fútbol en Europa están sujetos a esta misma situación?.
Entremos en detalle de la situación: Juan Carlos, alias Juankar, centrocampista nacido en 1990 y fichado por el Málaga. Apodo: El Galgo de Boadilla. La pasada semana Juankar ha concedido una entrevista al diario AS, donde ha recorrido todas las etapas de su carrera futbolística. Comenzando por su debut con la camiseta del Real Madrid para llegar a un traspaso crucial, el que tuvo lugar en 2011, cuando el jugador es comprado por el Sporting Braga, club con el cual Juankar tiene contrato hasta 2020. Es aquí, cuando a propósito del vínculo que le une al club portugués Juankar pronuncia esta frase que podría ser el título de un documental sobre estos contratos TPO y fondos privados: «Soy jugador del Sporting Braga hasta el 2020, y no he visitado nunca esta ciudad».
Así es, comprado por el club portugués, el jugador ha sido objeto de una ruleta de cesiones: Real Zaragoza, Real Betis, Granada, y ahora el Málaga. ¿Por qué esta ruleta? Lo dice él mismo: «Me fui del Real Madrid y me ha comprado un fondo de inversión. O sea, el Sporting Braga». Profundizando más sobre el tema, Juankar ha declarado: «(Cuando estás) en un fondo de inversión, al final, debes pertenecer a un club, yo pertenezco al Sporting de Braga hasta 2020. Con este equipo no he jugado ni siquiera un partido, aunque he visto en internet una ficha en la cual se dice que he jugado diez partidos. No he ido nunca a Braga. No la conozco, pero dicen que es una ciudad bonita».
Está claro que ironía no le falta, después el jugador habla claramente de las condiciones contractuales y el alto precio que pide el Sporting de Braga (o a través del mismo) para dejarle ir. Juankar se lamenta por la situación de tener que cambiar de equipo cada verano, y de no poder tener una carrera con un futuro cierto. Porque el Sporting de Braga le cede cada temporada, con la esperanza de que uno de los clubes donde juegue Juankar vaya a estar dispuesto a pagar una cifra fija para comprarlo: 6 millones de euros. Demasiado alta, dicho por el mismo.
¿Pero quién es el fondo que ha comprado los derechos deportivos sobre Juankar? Deberíamos pensar que es uno de las tantas empresas que giran en torno a la figura de Jorge Medes, con el que el Braga está muy unido. Pero en un artículo publicado en el periódico Estadio Deportivo en el verano de 2014, el de la cesión al Granada, da otro nombre: Doyen Sports Investments. Lo cual, a la espera de confirmación, sería plausible. Porque en el verano de 2011, cuando el Sporting Braga adquiere el jugador, las relaciones entre Mendes y Doyen son todavía pacíficas. Y debido a que la relación entre Doyen y Granada es bastante estrecha, como revelaron recientes documentos publicados en Football Leaks. Se discutirá sobre ello próximamente.
Ahora mismo se mantiene el caso grotesco de un jugador que va de un equipo a otro como si fuera un paquete postal, pero sin ni siquiera haber puesto un pie en la sede del club al que pertenece. Y sólo para añadir a la historia algunos detalles del maravilloso mundo de los TPO, cabe señalar que el actual club Juankar, el Málaga, también está a su vez bajo la bota de los fondos de inversión. Uno en particular: la liderada por el empresario libanés pasaporte venezolano Edmundo Kabchi. Por esta situación, el Málaga ha pagado el precio total en el verano, y ha vendido contra su voluntad a Sergi Darder a Lyon. El club quería mantenerlo, o al menos venderlo a un precio más ajustado al valor del jugador. Pero Kabchi, propietario del 50% de los derechos de Darder, hizo uso de una cláusula en el contrato firmado con el club TPO: Cuando haya una oferta de al menos 12 millones de dólares, el Málaga se vería obligado a vender. Cosa que ha sucedido los últimos días de la última sesión del mercado de fichajes. El club andaluz ha recibido sólo 6 millones por un jugador por el que podría haber conseguido el doble. Y luego vienen a decir que los fondos no afectan al club cuando se trata de decidir sobre la disposición de sus jugadores.