En el club granota no están dispuestos a ceder la silla de mando a cualquiera. Así lo ha demostrado la Fundación del equipo al votar en contra de la compra de la sociedad por el empresario norteamericano Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns. Una negativa a 56 millones de euros con los que Sarver prometía saldar las deudas de la sociedad (34 millones de euros), remodelar el estadio y traer una plantilla competitiva. Eso sí, a cambio tendría absoluta libertad para tomar las decisiones que quisiese sin ninguna oposición.
La decisión fue tomada en asamblea por la Fundación ‘Cent Anys’, actual propietaria del Levante UD con el 74% del capital accionarial. Un organismo formado por 33 patronos que deciden el devenir del club. En esta junta también tienen representación las instituciones: Generalitat Valenciana, Ayuntamiento de Valencia, Diputación y Feria Valencia. Cuatro patronos que no se presentaron a una votación que podría haber cambiado la historia del conjunto valenciano.
"No me parece ético, nos han dado la espalda, no han tenido dignidad". Enrique Grima – Sindicato de Accionistas Minoritarios.
"Quiero transmitir el lamento de todo el Patronato por el trato recibido por las instituciones valencianas al Levante y al Patronato. Porque no es de recibo que instituciones que representan a todos los valencianos que no hayan estado presentes en la reunión y las que han estado presentes se han abstenido no tomando una decisión sobre un tema tan importante". José Manuel Fuertes – Presidente de la Fundación.
Grima, presente en la reunión, votó a favor de la venta, ya que creé que puede aliviar económicamente al club, posteriormente presentó su dimisión. Sus razones: considera que lo más democrático habría sido que decidiera el pequeño accionista en una Junta. En la misma opinión se mostraba Fuentes que aunque aún no ha dimitido, afirma que dejará el cargo en un futuro.
La votación final estuvo muy reñida y eso que en los días previos las sensaciones eran que habría una mayoría que aceptaría la compra. Sin embargo, fueron 14 votos a favor de vender, 13 en contra y 2 abstenciones. Para que el club pasará a manos de Sarver se necesitaban al menos dos tercios (22 votos) favorables. Un resultado muy diferente al del 23 junio en el que 24 votos a favor, con 6 en contra y una abstención, aceptaron llevar a votación la propuesta del norteamericano.
Lo cierto es que la oferta de compra ha dividido al club en dos partes. Por un lado los que creen que “se hubiera avanzado 20 años al poderse quitar la deuda” y por otro, la opinión del presidente Quico Catalán que no cree que se pueda vender la pasión del conjunto granota. Algunos critican la negativa de Catalán a la venta por intentar mantener el poder a toda costa.
"Esto es un club de fútbol, no una empresa de venta de tornillos. Hemos demostrado que podemos construir un gran Levante sin billetes". Quico Catalán.
El presidente del Levante sorprendió a todos en las votaciones por el cambio de opinión repentino que días antes había elogiado la oferta de Server. Quizá un ataque de levantinismo de última hora le hizo darse cuenta que “mejor pobres, que en manos de empresario especulador”. El futuro dirá si la decisión ha sido correcta, mientras el empresario de los Phoenix Suns tendrá que buscar otra plaza para invertir su dinero.