El Atlético de Madrid se medía en casa al Sevilla FC, en un partido importante para los de Simeone: debían ganar para no perderle la vista al Barça, y al Madrid. Los blancos le han sacado ventaja a los colchoneros tras su triunfo ante el Girona.
Simeone repitió el once de Valladolid con un solo cambio: el ingreso de Giménez, que al final llegó a tiempo. Jan Oblak en la portería; Giménez y Lenglet como centrales; Galán y Llorente en las bandas. De Paul, Barrios, Gallagher y Giuliano en el medio; Griezmann y Julián en ataque.
En el Sevilla, la presencia de Saúl Ñíguez en el banquillo de suplentes fue muy aplaudida por la grada colchonera. Tanto antes del partido, durante las alineaciones, como en un pequeño homenaje que le hizo el club. Anunciaron su llegada a través de los videomarcadores, y Saúl se llevó otra gran ovación de parte de una grada que ha vuelto a demostrar que le adora.
El Atlético de Madrid se puso por delante
El primer acercamiento del Atleti en el partido fue un córner que forzó Javi Galán, como no. Fue un aviso del Atleti, que poco a poco fue encontrándole el pulso al partido. Entre Julián y Gallagher, con un gran taconazo, se la dieron a Griezmann, quien disparó al larguero.
Poco después Llorente y Griezmann encontraron un gran disparo que Álvaro Fernández paró. El Atleti avisó, y De Paul no perdonó con un gran disparo, adelantando a los rojiblancos. En la siguiente jugada, Lukebakio contestó con un disparo seco que se le coló a Jan Oblak.
Los de Nervión asestaron un golpe fuerte a los de Simeone con el empate. Ahora tocaba volver a empezar, pero el partido se emparejó y el Sevilla se lo creía. Aunque mandaba el Atlético, los sevillistas confiaban en dar la campanada.
Llegaba el primer golpe duro para el Atlético de Madrid
La fe de los de Pimienta les llevó a darle la vuelta al partido, e Isaac Romero se plantó solo ante Oblak y lo fusiló, literalmente, al esloveno. El Atlético no había encajado dos goles en casa en ninguno de sus partidos, excepto en la derrota ante el Lille. Malos augurios, desde luego, pero los colchoneros dominaban y la remontada era posible.
Llegó un penalti clamoroso no señalado por Alberola Rojas, que pareció salir con la orden clara de parar al Atlético. El colegiado manchego no lo señaló, y el VAR tampoco intervino. El contacto de Álvaro Fernández con Gallagher fue clarísimo; lo derribó.
El Atlético empató tras un pase de Lenglet que Giuliano peleó, y como casi siempre, consiguió hacerse con el cuero. De Paul asistió a Julián, pero la acción fue invalidada por fuera de juego. Al descanso se fue el Atleti preocupado, pensando en salir a remontar el duelo.
La segunda parte vuelve a darle emoción a LaLiga
Giuliano tuvo la primera ocasión de la segunda parte tras un balón peleado por él mismo, pero Álvaro lo sacó, evitando el gol. Otra vez el Sevilla volvería a ponerse por delante; Juanlu puso patas arriba el Metropolitano con el 1-3, lapidario. El Atlético de Madrid estaba siendo literalmente vapuleado por un equipo inferior.
Barrios le puso picante a un partido suyo que estaba siendo malo, con un pase excelso a Griezmann, quien solamente tuvo que controlar y colocarla. 2-3, y el Metropolitano despertaba del letargo. Simeone tiró de cambios: De Paul y Gallagher fuera por Sorloth y Koke.
Barrios, que fue otro tras el gol, se la puso a Sorloth, quien remató bien de cabeza, pero Álvaro lo paró. Otra más para Sorloth de cabeza que volvió a salvar Álvaro Fernández. El noruego no conseguía dirigir el balón al fondo de la red.
Llegó la locura al Metropolitano. Después de otras dos ocasiones falladas por Sorloth, Samu Lino, desde la frontal, sacó un disparo fuertísimo que se metió en la portería de Álvaro. Fue una demostración de carácter de los del Cholo para llegar al 3-3.
Ahora creían en ganarlo, a diez del final y con todo el estadio en pie. El Atlético de Madrid hundió al Sevilla en su área, y pasó lo que tenía que pasar: por carácter, por calidad y por garra. Griezmann se la encontró en el área y desató la locura del Metropolitano con el 4-3.
El Atlético de Madrid tiró de épica para llevarse un encuentro que se puso muy difícil tras perder momentáneamente por (1-3). Una remontada digna de equipo campeón, que sueña con hacerse con LaLiga. Ya son nueve victorias seguidas, y Simeone vuelve a sonreír tras sufrir considerablemente contra el Sevilla.