El Atlético de Madrid sigue trabajando con fuerza en el mercado de fichajes, la dirección deportiva busca un jugador distinto, un regateador puro que pueda abrir defensas cerradas. Un jugador desnivelante, que pueda cambiar partidos atascados, Simeone lo exige. Su equipo necesita desequilibrio en los metros finales, alguien que rompa líneas y aporte velocidad.
En las oficinas del Metropolitano han analizado varios perfiles, se buscan extremos eléctricos, con capacidad de encarar y con gol. No es un secreto que el Atlético lleva meses rastreando opciones en la Premier League y en LaLiga. El objetivo es claro: encontrar a ese futbolista diferencial que permita dar un salto de calidad.
Sin embargo, uno de los nombres que llegó hasta el despacho de Simeone generó un rechazo inmediato. El técnico argentino no quiere polémicas y mucho menos futbolistas que puedan dividir a la afición. El Cholo ha sido tajante con este movimiento, no quiere a Alejandro Garnacho, el argentino no le convence por su inestabilidad y sus problemas extradeportivos.
No convence a Simeone
Alejandro Garnacho es un nombre que provoca división en el entorno colchonero. Mostoleño de nacimiento, Garnacho pasó por la cantera del Atlético de Madrid antes de marcharse al Manchester United. Su salida dejó heridas abiertas entre los aficionados, muchos no perdonan la forma en la que abandonó el club.
Ese recuerdo sigue muy vivo en la grada, el regreso de Garnacho se percibe como una traición disfrazada de oportunidad de mercado. El Atlético no quiere arriesgarse a un fichaje que genera más rechazo que ilusión. Simeone, consciente de la importancia de mantener un vestuario unido, ha cerrado la puerta sin dudarlo.
Busca salir de Inglaterra
Cuando surgió la posibilidad del regreso de Theo Hernández, el club también frenó la operación. La idea de la dirección deportiva es clara: el Atlético no debe convertirse más en un lugar donde regresen futbolistas que salieron por atrás. Garnacho, a sus 21 años, es una de las grandes promesas del fútbol europeo.
Su desborde y velocidad le han permitido brillar con el Manchester United, aunque también ha estado en el centro de la polémica en varias ocasiones. Su carácter y algunas actitudes no terminan de convencer a todos los entrenadores. Amorim no termina de confiar en él y lo extradeportivo ha pesado más que lo futbolístico.
Puerta cerrada
En el Metropolitano lo tienen claro: no es el perfil que necesita el equipo, el Atlético busca calidad, pero también compromiso absoluto y cero distracciones. Garnacho podría aportar desequilibrio, pero el coste emocional de su fichaje sería demasiado alto. Ni Simeone ni la afición parecen dispuestos a abrir esa herida.
El futuro del extremo argentino apunta lejos de Madrid. En Inglaterra aseguran que el Chelsea se ha posicionado para hacerse con sus servicios. Rubén Amorim, técnico del United, no termina de verlo como pieza fundamental y estaría abierto a negociar su salida del conjunto de Old Trafford.