La Comisión Antiviolencia se reunió este lunes para abordar sanciones contra clubes y aficionados por diversos comportamientos racistas. Aunque todavía no se ha pronunciado sobre los incidentes ocurridos en el Santiago Bernabéu durante el clásico entre Real Madrid y Barcelona. En dicho encuentro, seguidores madridistas profirieron insultos racistas hacia Lamine Yamal, jugador del conjunto azulgrana.
El comunicado emitido por Antiviolencia dedica apenas un párrafo a este hecho, limitándose a informar que sigue revisando los vídeos y las imágenes del partido del pasado 26 de octubre. Este contraste de actuación ha generado malestar en el Atlético de Madrid, que percibe un doble rasero en comparación con los incidentes ocurridos en el derbi del Metropolitano semanas antes.
Las sanciones fueron inmediatas al Atlético de Madrid
Tras una reunión extraordinaria después de las sonadas declaraciones de la ministra Pilar Alegría y del presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, la Comisión propuso sanciones inmediatas. El Atlético de Madrid fruto de estas presiones, vio como proponían el cierre completo del estadio por 15 días y una multa de 65.000 euros.
Resulta llamativo que, pese a los vídeos en los que se identifican claramente a los responsables de los insultos racistas contra Lamine Yamal, aún no se haya tomado ninguna decisión firme. Incluso se supo, a través de medios de comunicación, que el Real Madrid identificó a los autores solo dos días después del Clásico. En este contexto, el Atlético no exige sanciones contra el Real Madrid, pero sí critica la falta de celeridad de Antiviolencia.
Reconocimiento a la colaboración del Atlético
Por otro lado, Antiviolencia sí reconoció este lunes la colaboración del Atlético de Madrid en otro caso. Propuso una multa de 3.001€ y seis meses de prohibición de acceso al aficionado que ocultó su rostro con un pasamontañas y realizó gestos insultantes. La identificación de este individuo fue posible gracias al trabajo del club rojiblanco, lo cual fue destacado por la Comisión
A pesar de este reconocimiento, el Atlético sigue enfrentando la tramitación de las severas sanciones derivadas de aquel derbi. Estas incluyen el cierre de su estadio por dos semanas y una multa de 65.000€ que tramita la Secretaría de Estado de Seguridad. El caso subraya la necesidad de aplicar criterios coherentes y equitativos en situaciones similares, especialmente cuando se trata de combatir actos de racismo y violencia en el fútbol.