Era el día, el Atlético de Madrid necesitaba salir a morir y de eso era consciente Diego Pablo Simeone, que apostó por sus estrellas. Antoine Griezmann, Julián Álvarez y Alexander Sorloth eran titulares en una noche mágica. No se podía errar y había que ser muy precisos en cada acción.
El Real Madrid, desde los primeros compases, había querido tomar el control del encuentro, pero los locales no estaban dispuestos a dejarles pasar. Con una defensa ordenada, Diego Pablo Simeone quería blindar y construir desde atrás.
Sin duda, uno de los protagonistas del partido fue Vinicius Jr. El jugador del Real Madrid fue fuertemente abucheado en el Metropolitano, como no podía ser de otra manera, con una fuerte pitada de los aficionados del Atlético, cansados de sus provocaciones.
Primera parte
Poco a poco, el Atlético de Madrid fue aumentando la intensidad, buscando cuando podía la portería defendida por Thiabout Courtois. El equipo dirigido por Diego Pablo Simeone estaba muy activo, pues no quería ser un combinado de pidera, sino un grupo que intimidara y anulara al Real Madrid. Los de Carlo Ancelotti, durante los primeros minutos, no consiguieron amenazar a los rojiblancos con acciones importantes.
La mejora del Atleti se iba haciendo cada vez más evidente con el paso del tiempo. Julián Alvarez superó a Rüdiger en velocidad y se plantó ante Courtois, pero el meta belga, muy atento, despejó el balón al saque de banda. Fue el primer aviso de un Atlético de Madrid que estaba dispuesto a darlo todo hasta el final para hacerse con un partido que no iba a ser nada fácil.
A pesar de que el Real Madrid tuvo alguna que otra aproximación para poner contra las cuerdas a Jan Oblak, lo cierto es que el Atlético se estaba encontrando cómodo. Los colchoneros intentaban buscar las espaldas de los defensores madridistas, liderados por un AlexanderSorloth que estaba haciendo perfectamente su papel. No obstante, los blancos tuvo alguna que otra ocasión para intentar desnivelar el partido, como con FedeValverde, que realizó un gran tiro desde fuera del área que atajó Jan Oblak.
El esloveno, con ciertas complicaciones, mandó el disparo a córner. El Atlético de Madrid, ante esto, tenía que reaccionar y, además, debían hacerlo pronto si no querían que el conjunto de CarloAncelotti se adelantara en el marcador. Con el paso de los minutos, los colchoneros, lejos de dejarse intimidar, aumentó la presión para la eufória de su afición, quien no dejaba de animar con todas sus fuerzas.
Se acercaba el final de la primera parte y el Atlético de Madrid intentaba acercarse por todos los medios a la portería rival, pero varias interrupciones del colegiado lo impedían. Todo ello ante la ira de la afición del Metropolitano, quien no terminaba de entender cómo esas acciones terminaban en falta para su eterno rival. Por su parte, los blancos trataban de, a través del control de la pelota, poner contra las cuerdas al conjunto de Diego Pablo Simeone.
En los últimos minutos, los futbolistas rojiblancos necesitaban darle un empujón más si quieran sacar algo positivo de estos primeros 45 minutos. A pesar de que los movimientos con balón eran buenos, la fluidez todavía tenía que mejorar, algo que debía mejorar el Cholo, además de las pérdidas de balón. Mientras tanto, el RealMadrid, necesitaba poco para llegar al área de Jan Oblak, que por el momento detuvo todo lo que le llegaba.
Segunda mitad
La entrada de Koke al descanso revitalizó al Atlético de Madrid, que se mostró más activo, intenso y agerrido en la presión. Lo que hacía, a su vez, que el Real Madrid tuviera verdaderos problemas a la hora de sacar la pelota, poniendo en aprietos a los de Carlo Ancelotti. A pesar de ello, tenían que seguir teniendo cuidado con las combinaciones y estrategias de los blancos.
De hecho, un disparo de Rodrygo desde fuera del área, que se originó después de un córner, casi termina en gol, pero su disparó se marchó por encima de la portería. Esto supuso un claro aviso para los de Diego Pablo Simeone, quienes no podían ceder ni un solo milímetro.
La mejora del Atlético de Madrid en la segunda parte era evidente, de ello se daba cuenta el Real Madrid, quien intentaba bloquear sus salidas. La marcha de Nahuel Molina, junto a la entrada de Samuel Lino, pretendían darle más movilidad a las bandas e intentar que los defensas se empujarán más hacia el centro. Sin embargo, el plan no le estaba funcionando a Carlo Ancelotti, que aunque tenía algunos arreones con ocasiones de mucho peligro, no terminaban de encontrar la fluidez con el balón.
Pasaron los minutos, y por ninguno de los dos lados el gol conseguía llegar. Lo cierto es que el Atlético de Madrid era algo más dominador en esta segunda mitad, pero el Real Madrid era un equipo a tener muy en cuenta. Nuevamente, con las jugadas de estrategia, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti, llegó el primer gol de los blancos, que se adelantaba en el marcador gracias a Militao.
Tras una falta, el conjunto visitante remató desde el lateral del área y puso el 0-1 en el marcador, desatando la ira en el Metropolitano. Los seguidores del Atlético de Madrid, muy enfadados, llevaron a cabo varios lanzamientos desde la grada, produciendo el parón el del partido. Tras varias insistencias por parte del colegiado para que detuvieran los lanzamientos, el partido terminó por detenerse definitivamente hasta nueva orden.
15 minutos después, el Atlético de Madrid se veía obligado a remontar, pero lo tenía muy difícil por la ventaja con la que contaba el Real Madrid, quienes tenían más ocasiones. Por parte de los colchoneros, debían olvidarse por completo de lo sucedido en las gradas y centrarse en lo que restaba de encuentro. A pesar de todo, los colchoneros parecían seguir teniendo energías para levantar el partido a pesar de las complicaciones de última hora.
El conjunto de Diego Panlo Simeone intentó intimidar al Real Madrid y siguió probando a Thibaut Courtois, quien realizó una gran parada a Samuel Lino. Aunque el Atlético no lo dejó de intentar, el Real Madrid se consolidaba en el campo y exprimían los minutos de la manera más conveniente a sus intereses. Entre cambios, pérdidas de tiempo y un juego lento, la grada del Metropolitano terminó más calentada de lo que ya se encontraba.
Una afición, la del Atlético de Madrid, que por seguro estará varias semanas en el punto de mira de todos por los continuos accidentes que se llevaron a cabo. Antoine Griezmann lo intentó con una falta directa, también Ángel Correa, pero nadie conseguía echar abajo el muro blanco y belga. Y eso fuera así si no fuera porque el argentino, quién si no, consiguió el tan ansiado gol para los colchoneros en una jugada donde la suerte cayó del lado rojiblanco.
E incluso con el empate a uno, la polémica no había acabado, pues Marcos Llorente vio la roja directa tras una fea entrada sobre Fran García, uno de los cambios. También dio para un susto muy peligroso entre Le Normand y Tchouaméni, quienes protagonizaron un cabezazo terrorífico que obligó al francés a abandonar el terreno de juego. Finalmente, el partido acabaría con todo lo explicado anteriormente con el empate a uno en el marcador.