El año pasado el Real Madrid se presentaba en el Metropolitano con la certeza de conseguir la victoria. Tras un inicio fulgurante, los de Ancelotti habían superado las bajas de larga duración de Eder Militao y Thibaut Courtois a base de victorias. El estadio del Atlético de Madrid siempre es un emplazamiento complicado para cualquier equipo, por eso Carlo Ancelotti tenía un plan.
Con Vinicius Junior de baja, el técnico italiano reforzó el medio del campo con cinco centrocampistas y en punta Rodrygo Goes. Los elegidos fueron Eduardo Camavinga, Toni Kroos y Fede Valverde escoltando a Luka Modric y Jude Bellingham. Sin embargo, en esta partida de ajedrez, Simeone tumbó a Ancelotti y descubrió todas las debilidades blancas quedando señalados varios futbolistas.
Luka Modric: en el punto de mira
El actual capitán del Real Madrid recibió tantas críticas que personalmente salió muy mal parado. Fue un punto de inflexión en la temporada del croata que vio como su participación se reducía tanto, que al siguiente partido Ceballos jugó de titular por él. Dicha cicatriz no se curó en ningún momento y fue un duelo que lidió en solitario.
Hoy, sin Mbappé por baja por lesión, se da una situación parecida a la del año pasado, lo que supone una oportunidad para redimirse. No obstante, la competencia en la plantilla merengue ha subido y puede que Carletto no haga lo mismo que el año pasado. Otro de los que puede suplir la baja de Mbappé es el brasileño Endrick.
Un año y seis días después: vuelta al punto de partida
Juegue desde el inicio o entre desde el banquillo, el mediocentro croata vuelve 371 días al estadio en el que su temporada pasada se torció. Acabaría ganando Liga y Champions, sí, no se puede decir que fue una temporada mala. Pero sí se puede afirmar que tuvo una participación más residual de la que venía acostumbrándonos.
“No señalamos a nadie y señalarlo a él, encima, ya sería demasiado. No ha jugado un buen partido, pero como el resto de compañeros”. Esto decía Ancelotti ante una pregunta que se hacía todo el mundo, sin embargo, el italiano quiso centrarse en una responsabilidad grupal y no individual.
Ahora la pelota vuelve a estar en el tejado del técnico madridista: darle la oportunidad a uno de los jóvenes o confiar en Luka Modric pese al resultado del año pasado. Todo esto teniendo en cuenta que el partido va a ser muy físico y este nuevo Atlético de Madrid recuerda al de los primeros años del Cholo Simeone. Hay que tener también en cuenta que la importancia del partido para ambos equipos se dispara tras el pinchazo culé contra Osasuna de Vicente Moreno.