Cuando llegó Diego Pablo Simeone al Atlético de Madrid allá por diciembre de 2011, sus equipos promediaban menos de un gol en contra por partido. Por aquel entonces la defensa del Atlético de Madrid era lo más parecido a un colador y el Cholo Simeone venía con la intención de quitarle ese sambenito.
Pronto comenzaría a surtir efecto y el Atlético cimentaría sus logros en base a una solidez defensiva pocas veces vista. El delantero era el primero que defendía, los centrocampistas mordían en cada balón y los zagueros realizaban una defensa a ultranza del área pocas veces penetrada por rivales. A esto se le unían un equipo comprometido por la causa dejando poco espacio entre líneas y por dentro.
Todo esto es algo que desde la hinchada rojiblanca se echaba de menos en los últimos años y por lo que la inestabilidad ha sido protagonista en partes de temporadas anteriores. Virar hacia una forma de jugar con la que quizás ni Simeone ni el Atlético de Madrid se siente identificado del todo ha servido para darse cuenta de muchas cosas.
Tercer partido con la puerta a cero
No es un título, ni siquiera un seguro de nada, pero sí un halo de esperanza para recuperar esa solidez defensiva de antaño. El equipo de Simeone jugó ayer un partido que te firmaba con aquella defensa que todo colchonero se sabía de memoria: Filipe - Godín - Miranda - Juanfran. Un partido en el que pasan pocas cosas, se tiene controlado en todo momento y en la primera que tienen arriba, te machacan.
El libreto de Diego Pablo volvió por sus fueros en un estadio donde de sus últimos cinco partidos, no ganó ninguno. "Fue importante salir con la puerta a cero a la media parte", decía el Cholo Simeone sabedor de que en San Mamés es un aspecto más importante que en otros estadios.
El Atlético de Madrid echó el cerrojo a la portería
No debe pasar desapercibida la buena actuación de Juan Musso, el cual llegó al Atlético de Madrid hace pocos días. Sin embargo, los méritos en este partido se lo tienen que llevar los tres centrales que alineó el Cholo Simeone.
Robin Le Normand llegó para aportarle al equipo esa solidez de la que carecía y además le suma esa conducción de balón que divide conforme va avanzando metros. 5/8 duelos ganados, 90% de precisión en pases y 2 faltas realizadas. Un baluarte defensivo que además saca bien el balón jugado.
Jose María Giménez parece otro desde la llegada del nuevo preparador físico, Luis Piñedo. Cuando está sano es de los mejores centrales del mundo: 99% de precisión en pases, 3/4 duelos ganados y 9/10 pases largos completados. No hace prisioneros y va a cada balón como si fuera el último.
Renildo Mandava vuelve a coger sensaciones tras la grave lesión sufrida contra el Real Madrid. Secó a Nico Williams, una vez más, y fue dominante en su parcela de campo. 80% precisión en pases y 4/5 duelos ganados fueron sus estadísticas anoche.
Es importante hacer una mención especial a Marcos Llorente y Samu Lino que realizaron ayudas continuas al central de cada lado. Al fin y al cabo, defender es tarea de todo el equipo, aunque los méritos o las críticas se los lleven los centrales normalmente.