El Atlético de Madrid se distancia a siete puntos del líder y ya son nueve los que ha perdido en diez jornadas. Solo en la temporada 18/19 y 19/20 los colchoneros habían conseguido menos puntos y los fantasmas del pasado sobrevuelan de nuevo. Mucha inversión, los fichajes no acaban de explotar y los títulos comienzan a alejarse en octubre.
Hay gente que duda sobre el planteamiento del Cholo Simeone y de la hoja de ruta que sigue en los partidos. El partido de Anoeta ayer, en condiciones normales de acierto donostiarra, se podía haber resuelto con una victoria local. Si es síntoma de un partido no suele ser motivo de preocupación, pero es que ya lo hemos visto en varios partidos de visitante.
Demasiado riesgo
Encomendar todo a tu defensa es algo que vimos muy común en ese primer Atleti del Cholo con Diego Godín, Miranda y compañía. Bloque bajo, todos juntos y no dejar espacio entre líneas para salir al contragolpe y destrozar al rival. Contra el Athletic, Celta de Vigo y Real Sociedad pudimos ver esa idea de juego en la que se sustenta todo en las estrellas.
Al tener el bloque bajo, normalmente no generarás tanto como un equipo que vive en campo contrario, por lo que tendrás menos ocasiones de gol. Al tener menos ocasiones de gol, deberás ser más contundente como ocurrió en Bilbao y Vigo. Ayer, las contras fallaron y en plan de Simeone también: "Nos faltó tener algún contragolpe con ese espacio que teníamos".
Ante esta falta de contundencia, el Atlético confió en que su defensa sostuviera el equipo. Y así fue hasta que Sučić lanzó un zapatazo inapelable para Oblak. Todo este análisis sería diferente si acaba el partido 0-1, pero la realidad es que el equipo tiene talento para ser más protagonista y no depender del rival.
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Lenglet y Javi Galán cumplieron la papeleta
Ocupar el hueco de Robin Le Normand no es nada fácil y menos sabiendo la importancia de la defensa en este nuevo Atlético del Cholo. Clément Lenglet, que a muchos no convencía, logró redondear un partido muy completo y serio en defensa. Del mismo modo, otro de los poco habituales - Javi Galán - terminó el partido exhausto y satisfecho tras lidiar con uno de los extremos más desequilibrantes de LALIGA: Take Kubo.
"No era un examen para Lenglet y Galán, pero sí una linda oportunidad y pudieron responder muy bien". Así de contento se mostraba Simeone con el rendimiento de unos jugadores que han sabido esperar su oportunidad. Él más que nadie sabe que debe tener enchufados a cuantos más futbolistas mejor para la causa.
Se le exige más a Simeone
En un equipo en el que juegan Antoine Griezmann, Julián Alvarez, Koke y Pablo Barrios no puede ser que esté todo el partido replegado. El que escribe estas líneas sabe muchísimo menos que Diego Pablo Simeone, es obvio y no pretendo dar lecciones, pero hay algo que falla. No es normal que todos los equipos, cuando el Atlético de Madrid es visitante, dominen de cabo a rabo los partidos y muestra de ello es esta imagen.
Es normal que por fases del encuentro, el rival te empuje a defender el área. Lo que no es normal es que el único jugador que un equipo tenga de mitad de cancha para adelante solo al delantero, en este caso, Julián Álvarez.
La comparativa con los jugadores de la Real Sociedad, hace aún más grave si cabe la situación del Atlético de Madrid. Todos los jugadores del equipo donostiarra jugaron en el campo del Atlético de Madrid, a excepción de los dos centrales que estuvieron en la misma línea del mediocampo. El Atlético se puso a merced de lo que dictó la Real Sociedad en todo momento.
Bien es cierto que hay veces que se controla el partido desde la defensa sin tener el balón. Sin embargo, el de ayer no era uno de ellos como tampoco lo fue el de Vigo o el de Bilbao. Jan Oblak acabó la primera parte con seis paradas y sí, ese es su trabajo, pero el Atlético de Madrid tiene jugadores para proponer más.